En la oración hay que sabernos amados por Dios, Él siempre nos escucha y nos habla
Nuestra oración es, justamente, una invitación de Dios para visitarle y hablar con Él. Es un momento en que dialogo con el Señor de todo el Universo que –¡oh, maravilla!– me llama su amigo. ¿Cómo me comporto delante de Dios?