El desarrollo en el infante, incluye ciertos cambios físicos, cognitivos y psíquicos, que van pasando por diferentes etapas a medida que el niño va creciendo. Estos cambios tienen grande influencia del ambiente social y el niño emite una respuesta.
Es importante destacar que el ser humano es complejo, y varios especialistas se han tomado la tarea de identificar esos aspectos que son destacables en el transcurso del proceso evolutivo y que más tarde influirán de modo pertinente en la conducta del ser humano. Los cambios que se dan en el desarrollo según los científicos están delimitados por características afines y se clasifican en etapas. No se puede tomar como absoluto que ciertas características cuantitativas, como estatura, peso, serán iguales en los grupos de niños de esa misma edad. Es decir puede existir variantes, sin embargo el ordenar ciertos aspectos ayuda a tener una visión de lo que puede darse en cada etapa.
Se tomará en este texto aspectos del desarrollo que van desde la primera infancia hasta la niñez intermedia. La finalidad es tener un conocimiento de cada uno de los cambios que se dan en el menor y buscar la mayor comprensión hacía el trato y medidas correctivas. Teniendo presente que la formación en la infancia tiene gran influencia en la vida adulta. Deseamos que nuestros jóvenes y adultos sean productivos y educados, forjemos nuestros niños con amor, comprensión, madurez.
Principales características del desarrollo en la infancia
1.-De la concepción al nacimiento
El desarrollo físico: Ocurre desde la concepción, influencia de la herencia y las interrelaciones ambientales, se da la formación de estructuras básicas, los órganos, crecimiento del cerebro.
El desarrollo cognitivo: Empieza el desarrollo de habilidades para responder a los estímulos sensoriales. (Ejemplo: reconocer la voz de los padres)
El desarrollo psicosocial: El feto responde a la voz de la madre
Recomendaciones
En esta primera etapa de la vida del niño, es importante generar la confianza frente al mundo que lo rodea, los padres tienen gran influencia en el bebé y deben proporcionarle un ambiente cálido de certeza, pudiendo incluir lo siguiente:
Evitar relaciones violentas durante el embarazo, buscar establecer diálogos y acuerdos con la pareja. Hablar al bebé que viene en camino, ponerle música suave. Ya nacido, estar al pendiente de cubrir las necesidades del niño de una manera tranquila, sin ansiedades o actitudes nerviosas, amamantar al bebé, calmar al niño con el ruido del agua, o meterlo a la bañera, cantarle, contarle cuentos. Cargarle para alimentarle y ejercer al 100% este cuidado, abrazarlo, besarlo, platicar con él, jugar, reír, permitirle descansar cuando lo requiera.
Lic. Emma Monjaráz Anguiano