En la actualidad es cada vez más común conocer o vivir en primera persona los estragos de la violencia; los que tenemos fe no podemos dejarnos arrebatar la esperanza por estas situaciones, recordemos que el mal hace más ruido que el bien y que esa oración, esa bondad y compasión, ese cumplir nuestro deber con amor, aunque nadie lo note será lo que hará renacer el amor y el perdón, porque todos somos hermanos.

«Amado Padre, con humilde confianza te pedimos que dirijas tu mirada sobre cada uno de todos los actos de violencia y terrorismo que están siendo planeados contra México.

Gracias por enviar al Espíritu Santo, para ayudarnos a desenmascarar y vencer a las armas de destrucción.

En el nombre de Jesús y con su autoridad, ordenamos que se debilite y muera cualquier acto de violencia planeado.  Padre, perdona a quieren hacer daño a otras personas y condúcelos a conocer y amar a Jesús, nuestro Señor.

Gracias por proteger a México, gracias por suscitar a muchos intercesores que con su oración imploren y formen un escudo de protección en torno a México y al rededor de aquellas personas cuya misión es proteger a los habitantes de este país.»

¡Ven Espíritu Santo!, Infunde la paz de Cristo en México.  Te damos gracias, Señor.  Amén.

V/. Bendito Padre nuestro, que conoces los pecados sociales que padecemos, te pedimos por todas las víctimas de la delincuencia y sus familiares.

R/. Te pedimos Señor.   Se repite cada vez.

V/. Te pedimos Padre que, inspirados en tu amor y tu misericordia, desterremos de nuestro corazón el odio y el rencor y en su lugar sembremos amor y perdón.

V/. Te pedimos que se haga justicia en los delitos cometidos y derrames tu infinita misericordia para la conversión de los delincuentes, de quienes padecen prisión y de todos los mexicanos que somos pecadores.

V/. Padre, por la pasión de tu Hijo Jesucristo y por la intercesión de la Virgen de Guadalupe, confiamos que tu Providencia proteja a nuestras familias, para vivir sin miedo y para lograr que el mal sea vencido por el bien.

V/.  Jesucristo misericordioso, tú que fuiste víctima y que has escuchado la oración de los pueblos cuando han recurrido a ti y milagrosamente los has salvado de gravísimos males, compadécete de México, para que con tu ayuda y tu gracia, tengamos unión, seguridad, justicia y  paz.

V/. Concédenos, Espíritu Santo que tus dones iluminen la mente y fortalezcan la voluntad de las autoridades, para renovar con la virtud de la justicia a: órganos policíacos, procuradurías, ministerios públicos, tribunales y reclusorios.

V/. Concédenos, Señor, vocaciones para la Nueva Evangelización en estos ambientes.

V/. Espíritu Santo, infunde en nuestras almas, dignidad, honradez y justicia, para que rechacemos con firmeza la ambición desordenada, la corrupción, la impunidad y la cultura de la muerte.

V/. Madre amorosa, en tus manos ponemos a todos los niños y jóvenes que no tienen familia y viven en la miseria o  en el vicio.  Llénanos de amor para comunicárselo a ellos y encontrar soluciones para que vivan como hijos de Dios; y a quienes educan, dales la sabiduría para  inculcar el respeto a los mandamientos.

V/. Virgen de Guadalupe, Reina de México y Emperatriz de América, haz que nuestra Nación proyecte paz en el continente de la esperanza.

R/. Amén.

JACULATORIA

V/. Por el Nombre mil veces bendito de Santa María de Guadalupe,  nuestra dulce Madre,

R/. Corazón de Jesús, ¡Salva a México!»

Fuente: IFCJ

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