El Papa Francisco llegó este viernes a Irak, “contento” ante la perspectiva de una visita histórica, marcada por la violencia que castiga al país y la pandemia, durante la cual espera reconfortar a una de las más antiguas comunidades cristianas del mundo que se ha visto diezmada por las guerras y las persecuciones.
El Papa Francisco, de 84 años, que aseguró viajar a Irak como “un peregrino de la paz”, aterrizó hacia las 11:00 GMT en Bagdad para una visita de tres días, en la que también tenderá la mano a los musulmanes chiitas durante un encuentro muy simbólico con el gran ayatolá Alí Sistani, la máxima autoridad religiosa de esta rama del Islam.
Se trata de la primera visita de un Papa a este país de Oriente Medio y del primer desplazamiento del pontífice al extranjero desde el inicio de la pandemia de COVID-19.
“Estoy contento de retomar los viajes” después de 15 meses sin realizar desplazamientos, dijo el Papa Francisco a los periodistas en el avión. El argentino ha confesado que en los últimos meses se ha sentido “enjaulado” en el Vaticano.
“Y este viaje emblemático es también un deber hacia esta tierra mártir desde hace tantos años”.
Que callen las armas, pide el Papa Francisco
“Que callen las armas“, reclamó este viernes el Papa Francisco poco después de llegar a Irak para la primera visita de un pontífice a este país diezmado por las guerras y las persecuciones, saludando a los cristianos que decidieron permanecer.
“Basta de violencia, de extremismos, de facciones, de intolerancias”, dijo y agregó que también basta de “corrupción”, el motivo por el que cientos de miles de iraquíes se manifestaron a fines de 2019.
El Papa Francisco también urgió al país a dejar de reprimir a sus jóvenes que pedían justicia.
“Hay que construir la justicia”.
Y “que ninguno sea considerado ciudadano de segunda clase”, sobre todo los cristianos, que representan 1% de la población en este país musulmán, ni los yazidíes, minoría perseguida por el grupo yihadista Estado Islámico (EI) que vendió a miles de sus mujeres en “mercados de esclavos”.
El pontífice denunció así “una barbarie insensata y deshumana” perpetrada en Irak, la antigua Mesopotamia, “cuna de la civilización”.
Papa Francisco visita la catedral de Bagdad
El Papa Francisco se dirigió a los cristianos de Irak desde la catedral de Nuestra Señora de la Salvación, objetivo en 2010 de un terrible ataque en el que murieron 53 fieles.
Ante un grupo reducido de personas, debido a las restricciones impuestas por razones de seguridad y por la pandemia del nuevo coronavirus, el sumo pontífice recordó a los “hermanos y hermanas que murieron en el atentado terrorista en esta catedral hace diez años y cuya beatificación está en proceso”.
Además, agradeció al clero iraquí por su “presencia” y “cercanía” con los cristianos de Irak, que son alrededor de 400 mil en un país de 40 millones de personas.
Irak ofrece al Papa una reproducción de un viacrucis con un trozo de su historia
Como parte de la bienvenida al Papa Francisco, Irak ofreció un pequeño trozo del país: una copia de un viacrucis estilizado, obra de un escultor musulmán, uno de los más conocidos de la nación, incrustado en las paredes de una iglesia de Bagdad.
Al inicio de esta visita histórica, el presidente iraquí, Barham Saleh, entregó al Papa una pequeña placa de bronce como regalo de bienvenida, especialmente realizada para el primer pontífice que visita este país de Medio Oriente.
¿Qué hará durante su visita a Irak?
Durante esta visita de tres días por varias ciudades, el Papa se encontrará con poca gente en las carreteras, arregladas para la ocasión, debido a un confinamiento total decretado en el país, donde el número de casos ha batido esta semana un récord, con más de cinco mil contagiados diarios.
“Voy a intentar respetar las indicaciones y no dar la mano a nadie, pero tampoco quiero quedarme lejos”, dijo el Papa en el avión.
Las autoridades de Bagdad aseguraron que han tomado todas las medidas de seguridad posibles.
Fuente: Unotv.com