En el evangelio de este primer de Domingo de Cuaresma, rescatamos tres puntos importantes para reflexionar.
Jesus en el Desierto
Tras recibir la buena del bautismo Jesus, es lanzado por Espíritu al desierto y allí recibirá las tentaciones de Santanas.
El espíritu santo lo lanza al desierto donde recibe las tentaciones de Satanás donde no tiende un puente ni intenta negociar simplemente rechaza.
La tentación es una prueba de nuestra libertad y estas solo son eso tentaciones como vimos anteriormente Jesús también fue tentado, el mal recae cuando nos dejamos arrastrar por ellas cuando no logramos vencerlas.
Modo de vencer las tentaciones
Se recomienda vencerlas a través de la Reflexión, la Oración y el Ejercicio de virtudes.
Reflexión: Es importante darnos cuenta que nos tienta, distinguir con toda claridad que es lo malo y lo bueno, lo blanco o negro no debemos ser tibios Jesús no negocio, no acepto una parte simplemente dijo no, metida no te dejes sorprender
Oración. Claro tenemos un aliado al cual pediré ayuda para luchar contra las tentaciones, Dios pero para esto necesitamos ser buenos amigos, eleva en todo momento tu corazón a Dios, frecuenta los sacramentos, adora y visita al Santísimo.
Ejercicio de virtudes. Crear propósitos concretos para fortalecer la voluntad, cuidado con los excesos, comida o bebida, se responsable en tus deberes, escuela, casa o trabajo, no olvides la fidelidad y esfuérzate por tus relaciones conyugales, familiares o amistosas
Juan el Bautista es arrestado
Juan el Bautista es arrestados, Jesus en lugar de sentir miedo o esconderse para n no ser atrapado también anuncia la buena noticias, deja de pensar en si mismo y en su interés, se preocupa por su misión, es importante Dejar de pensar en un mismo, salir de “nuestro propio amor, querer e interés”
La buena nueva
En un tercer momento nos encontramos con la Buena Noticia. El tiempo ya ha llegado, el tiempo ya está aquí y Jesús nos habla de la conversión del corazón y de la necesidad de creer en el Él porque las cosas van a ser diferentes.
Es una Buena Noticia que la gente estaba esperando. Nos encontramos con una comunidad, como la de San Marcos, que sufriendo mucha prisión, dolor e injusticias se encuentra con la Buena Noticia de Jesús de Nazaret que, a pesar de la dificultad de las tentaciones, arrestos, prisión y dolor, Jesús ha llegado para cambiar las cosas. Durante estas semanas de Cuaresma lo podremos vivir de una manera plena y absoluta, llegado a Jerusalén donde recibiremos la gracia más grande, la Resurrección.
Deseamos que el Señor nos conceda la gracia para convertir nuestro corazón y acercarnos a lo que más nos pide el Señor, a saber, la entrega absoluta de nuestra vida.