Tiempo de conversión.
«Sigue curvado sobre mi, Señor, Remodelándome, Aunque yo me resista. !Qué atrevido pensar que tengo yo mi llave! !Si no sé de mi mismo! Si nadie, como Tu, puede decirme lo que llevo en mi dentro. Ni nadie hacer que vuelva de mis caminos que no son como los tuyos. Sigue curvando sobre mí, tallándome, aunque a veces de dolor te grite. Soy pura…