Oración para pedir un alma y corazón misericordiosos
alma “Ayúdame, oh Señor, a que mis ojos sean misericordiosos, para que yo jamás recele o juzgue según las apariencias, sino que busque lo bello en el alma de mi prójimo y acuda a ayudarle.
alma “Ayúdame, oh Señor, a que mis ojos sean misericordiosos, para que yo jamás recele o juzgue según las apariencias, sino que busque lo bello en el alma de mi prójimo y acuda a ayudarle.
Desde su nacimiento Agnes Fernandes fue comprendiendo que la fe se fortalece en la adversidad, sólo siendo fiel a la propia identidad religiosa y cultivando el vínculo con Dios.
Cristo Durante la Misa celebrada en la Casa Santa Marta, en el Vaticano, el Papa Francisco meditó sobre el misterio de Jesucristo, que se entregó hasta la muerte por amor a la humanidad, y explicó que mediante la confesión y la oración se puede llegar a comprender ese misterio.
católica Mireily Rodríguez Vargas es una joven puertorriqueña que cambió su nombre por el de sor María Faustina cuando profesó sus votos como dominica en el convento de Nuestra Señora del Rosario de Fátima en Texas (EEUU).
Rafael Guízar Valencia nació en Cotija, estado de Michoacán y diócesis de Zamora, Méjico, el 26 de abril de 1878. Sus padres, Prudencio y Natividad, fervientes cristianos, dieron a sus 11 hijos una esmerada educación religiosa.
Elizabeth fue bautizada como presbiteriana en Estados Unidos, aunque luego su familia la educó como metodista. Tenía fe, sabía que la Biblia era la fuente de la enseñanza cristiana.
Hoy, en muchas de nuestras familias, ya no se reza. Y empiezan las justificaciones: nos da pena proponer a la familia; la oración parece algo forzado, artificial, no nos sale dentro; los hijos son demasiado pequeños o demasiado crecidos… Sin embargo, la oración en familia es hoy posible.
bebés La activista provida Rebecca Kiessling es abogada, esposa y madre de cinco hijos, dos de ellos adoptados. Es, además, fundadora y presidenta de la organización internacional provida Save the 1 (Salvar El 1) desde donde promueve su labor por el valor de la vida.
Necesitamos a una madre que nos enseñe a orar Muchas cosas no nos salen si las hacemos solos. Necesitamos a los demás. Necesitamos aprender. Y la oración es un arte que requiere una profunda humildad porque parece que necesita un volver a empezar, un aprender siempre de nuevo, una conquista que hay que realizarla cada día.
Frente a la justificación de la “santidad de imagen”, propia de los hipócritas, el Papa Francisco propuso la justificación traída por Jesús, que es la que hace “que Dios nos perdone”.