La mejor edad para educar en las virtudes
Entre los seis y los doce años -la madurez de la infancia-, los niños poseen una disposición natural a desarrollar una intensa actividad, siendo el periodo óptimo para educar hábitos intelectuales y de conducta, que les forjarán su futura personalidad de adultos. Es la conocida «edad de oro de las virtudes», que bien enfocada evitará gran parte de los problemas en la adolescencia.