
Maki, sonrisa de ángel a quien la Virgen María devolvió el caminar
«Apóyate en la Virgen porque Ella es la mejor. Ella sabe lo que es sufrir por un Hijo. Ella lo va a entender todo», arenga la madre de la pequeña Macarena, Maki.
«Apóyate en la Virgen porque Ella es la mejor. Ella sabe lo que es sufrir por un Hijo. Ella lo va a entender todo», arenga la madre de la pequeña Macarena, Maki.
El perdón es la llave de la libertad y la paz interior. Para pedir perdón se requiere humildad. Para perdonar se requiere misericordia. Ni la humildad ni la misericordia son fáciles. Pedir perdón supone reconocerse pecador. Perdonar supone tener un corazón como el de Cristo.
Sabemos ciertamente que la Escritura dice que las aguas nos llegan hasta el cuello pero no nos ahogan. Dios no te ha abandonado
La desesperación es uno de los peligros más grandes en la vida moral y espiritual. Cuando uno llega a pensar que no tiene remedio, que no puede mejorar, que su vida consiste solamente en una serie de errores y de culpas sin fin, que es imposible rectificar, que ni siquiera Dios es capaz de perdonar los propios pecados, entonces hemos caído en el pecado de…
Nuestra oración es, justamente, una invitación de Dios para visitarle y hablar con Él. Es un momento en que dialogo con el Señor de todo el Universo que –¡oh, maravilla!– me llama su amigo. ¿Cómo me comporto delante de Dios?
La motivación es el ímpetu que nos impulsa a realizar algo. La cual puede ser intrínseca desde el interior de cada persona unida al convencimiento de lo que va a realizar. También la motivación es extrínseca cuando está condicionada por el estímulo, busca recibir algo de aquello que le produce satisfacción.
Los padres en la familia contribuyen a la madurez emocional de sus miembros desde dos perspectivas: La dependencia total del nuevo miembro, que abarca desde el nacimiento y primeros meses, poco a poco cambia y no es total; puede presentarse regresiones en el niño durante los primeros años de vida, pero se va experimentando el camino hacia la independencia.
El barrio de Wythenshawe, en Manchester (Reino Unido) posee una de las tasas más altas de criminalidad de Gran Bretaña. Sus cifras de desempleo superan en casi el doble a la media nacional. Las familias desintegradas, la pobreza y las drogas son una constante en una zona que padece una sociedad violenta y peligrosa llena de adolescentes conflictivos.