
¡Señor y Dios mío! una breve oración para un momento de desaliento
Dirigir la mirada a Dios en un momento de desgano o desaliento es reconfortante para el alma como cuando tenemos sed y tomamos un vaso de agua, nuestro cuerpo lo recibe y se tiene una sensación de saciedad que te hace descansar; lo mismo pasa cuando dirigimos nuestro pensamiento a Aquel que nos creó y nos conoce mejor que todos, nos regala la sensación de…