
“El Señor no vive en la resignación. Ha resucitado, no está allí…»
En la noche de Sábado Santo durante la Vigilia Pascual se celebra la Resurrección de Cristo y su triunfo sobre la muerte.
En la noche de Sábado Santo durante la Vigilia Pascual se celebra la Resurrección de Cristo y su triunfo sobre la muerte.
Papa Francisco: La misericordia sin obras está muerta. La Misericordia tiene ojos para ver, oídos para escuchar, y manos para ayudar
En su homilía de este martes en la casa Santa Marta el Papa Francisco ha predicado sobre la figura de San José, a quien las Escrituras presentan como “un hombre justo, respetuoso de la ley, un trabajador, humilde, enamorado de María”.
El Papa Francisco ha dedicado la homilía de este jueves en la misa matinal de la Casa Santa Marta a prevenir contra los “líderes” que tratan de manipular a la gente, convirtiendo a los pueblos en «masa» y creando falsas unidades para sus propios intereses.
El Papa Francisco celebró este lunes en la Casa Santa Marta y durante la homilía habló de la fidelidad de Dios afirmando que no por “casualidad” Dios ha elegido a cada persona.
Esta mañana Papa Francisco ha reflexionado sobre la autoridad que Jesús tenía porque «se acercaba a la gente», comprendía sus problemas, sus dolores y sus pecados.
Durante la homilía de la Misa celebrada en la Casa Santa Marta el Papa Francisco afirmó que el camino de la vocación cristiana no es fácil, y que ante las previsibles caídas, los pecados, las desobediencias, hay que dejarse llevar por la misericordia de Dios, hay que dejarse “misericordiar”.
Cristo Durante la Misa celebrada en la Casa Santa Marta, en el Vaticano, el Papa Francisco meditó sobre el misterio de Jesucristo, que se entregó hasta la muerte por amor a la humanidad, y explicó que mediante la confesión y la oración se puede llegar a comprender ese misterio.
Frente a la justificación de la “santidad de imagen”, propia de los hipócritas, el Papa Francisco propuso la justificación traída por Jesús, que es la que hace “que Dios nos perdone”.
Hay una grave enfermedad que amenaza hoy a los cristianos: el «síndrome de Jonás», aquello que hace sentirse perfectos y limpios como recién salidos de la tintorería, al contrario de aquellos a quienes juzgamos pecadores y por lo tanto condenados a arreglárselas solos, sin nuestra ayuda.