
La virginidad de María no significa pasividad, significa libertad para asumir un papel importante en el plan de Dios.
“Por un don singular de la gracia de Dios, nadie aparte de su Hijo fue nunca tan manso, humilde o lleno de gracia como la Santísima Virgen”, afirma el nuevo Manual for Marian Devotion [Manual de Devoción Mariana].