
Marcella, confidencias de una abogada tocada por la gracia del Espíritu Santo
«Recuerdo bien el día y la hora en que me encontré con el Señor: fue el 8 de diciembre de 1992 a las 4 de la tarde. Transcurría la celebración por la fiesta de la Inmaculada Concepción y el sacerdote -custodia en mano- se aproximó; en ese instante descubrí al Dios vivo, que me amaba y esperaba por mí».