
Como Emaús.
«Señor, también yo marcho hoy por la vida como los discípulos de Emaús: pensando que mi vida no tiene sentido, creyendo que en la vida todo es negro, incapaz de ver con mis ojos la claridad del día y las estrellas de la noche. Señor, yo, y otros muchos como yo, tenemos la tentación de creer que el dolor es más fuerte que la…