«Somos muchos los que te invocamos como Padre.

A pesar de todo, seguimos separados,

incapaces de ser hermanos plenamente.

Tratamos de hablar una misma lengua,

pero estamos llenos de nosotros mismos,

de nuestra manera de entender las Escrituras.

Que tu Palabra, Señor, habite en nosotros

y que tu Espíritu nos dé una sola lengua,

un solo corazón para invocarle desde una misma Iglesia común.

 

Amén.»

 

Comparte:

About Author