
Lamentación en las tribulaciones (San Agustín)
Ante tus ojos, Señor, ponemos nuestras culpas, y junto a ellos ponemos los castigos recibidos. Si pesamos el mal que hemos hecho, es menos lo que padecemos y más lo que merecemos. Es más grave lo que cometimos, y más leve lo que sufrimos. Sentimos la pena del pecado, y no quitamos la pertinacia del delito. En tus castigos se aniquila nuestra debilidad, mas no…