
Nunca me arrepentí de mi decisión de mantener a mi niña, concebida en violación.
Con apenas 18 años, y tras haber sido drogada en una fiesta, Christina (nombre ficticio) fue violada por un hombre mucho mayor que ella. Pese a las dificultades familiares que había en ese momento y no ser atendida adecuadamente, decidió seguir adelante con su embarazo.