Nunca es fácil lidiar con una noticia tan inesperada cómo que una hija se ha quedado embarazada sin quererlo, en una edad prematura y un largo camino por recorrer.
Cuando Jaymee Starr, una joven del Reino Unido se quedó embarazada a los 14 años se asustó mucho. Tanto, que pensó en abortar: “No me quería quedar embarazada, fue un accidente y el padre se desentendió; no tenía medios económicos y quería acabar mis estudios e ir a la universidad, pensé que se me había acabado la vida”.