Cuando Jaymee Starr, una joven del Reino Unido se quedó embarazada a los 14 años se asustó mucho. Tanto, que pensó en abortar: “No me quería quedar embarazada, fue un accidente y el padre se desentendió; no tenía medios económicos y quería acabar mis estudios e ir a la universidad, pensé que se me había acabado la vida”.

Jaymee temía tanto la reacción de su madre que se lo ocultó hasta el tercer mes de embarazo. Pero cuando su madre Tobii Rhea de 33 años se enteró, lejos de juzgarla, la animó a continuar con el embarazo. “Mi madre me llevó a la primera consulta y me explicó que no podía abortar porque era mi hijo, que respiraba, que tenía un corazón y que tenía que afrontar las consecuencias de lo que había hecho“. Su madre le aportó el valor que le faltaba.

Hoy, dos años después ha decidido contar su historia para inspirar a todas aquellas adolescentes que se queden embarazadas a que sean responsables, tengan a sus hijos y a que no abandonen sus estudios. La joven ha reconocido al diario Daily Mail que se siente “orgullosa de mi hija y de haber podido continuar con mis estudios”. Jaymee está en su último año de colegio y ha sido aceptada en la universidad para estudiar Administración de Empresas.

Lo curioso de esta historia es que la madre de Jaymee estaba también embarazada de su sexto hijo cuando su hija le dio la noticia de que iba a ser madre. “Cuando mi hija me dijo que estaba embarazada me quedé en shock y más cuando yo estaba ya de siete meses pero juzgarla no era la solución, tenía que darle mi apoyo”, cuenta Tobii Rhea.

De hecho, que su madre estuviera embarazada al mismo tiempo fue un alivio para Jaymee. “Estar embarazadas al mismo tiempo ayudó mucho a mi hija, porque al principio estaba muy asustada. Pero ver que yo estaba pasando por lo mismo la tranquilizó, nos apoyamos mutuamente”, cuenta.

Para Jaymee fue un entrenamiento en conjunto. “Le preguntaba cosas relacionadas con el embarazo constantemente, siempre he ayudado con mis hermanos pero esta vez tenía que aprender a criar a mi bebé y no podía fallar, estar embarazadas al mismo tiempo me ayudó a tranquilizarme y a saber que no estaba sola”.

Cuando Jaymee dio a luz a su hija a la que llamó Harleigh estuvo acompañada de su madre y de su abuela. “Fue el momento más emocionante de mi vida y cambié radicalmente”, asegura la joven. “Falté al colegio las últimas seis semanas de embarazo pero cuando volví me sentí motivada a estudiar y a graduarme para darle un buen futuro a mi hija”.

La joven madre se matriculó en un programa especial de educación para madres adolescentes llamado The Unit. Este programa del Ministerio de Educación del Reino Unido está considerado como uno de los mejores para que las madres adolescentes no abandonen sus estudios. The Unit proporciona una guardería donde pueden dejar a sus hijos, mientras las jóvenes asisten a clase.

Según las estadísticas, el Reino Unido tiene el mayor número de embarazos adolescentes y abortos en Europa, sus cifras aunque han disminuido son cinco veces más altas que en países como Francia o Alemania.

Compaginar con 14 años los cuidados de un bebé y los estudios fue un reto para Jaymee, pero le ayudó a madurar. “Soy consciente de que no puedo hacer muchas cosas de las que hacía antes y es duro saber que te critican por ser madre tan joven pero quiero demostrar que una madre adolescente puede criar a su bebé, ir a la universidad y trabajar duro“.

Por su parte, su madre dio a luz a un niño llamado Ryleey entre madre e hija se hacen cargo de los dos bebés. “Nunca pensé que sería abuela con 33 años pero ahora me doy cuenta que a pesar de todo ha sido una experiencia positiva para mi hija, ha madurado, es muy responsable con su hija y no ha abandonado sus estudios”, asegura su madre.

Beatriz de la Rosa

Fuente: ACTUALL

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