Como cada año por estas fechas, comercios y calles se inundan de diablos, fantasmas, monstruos, calacas, y demás parafernalia del ‘Halloween’, mucha gente lo toma como algo normal e incluso divertido, pero pensándolo bien, desde el punto de vista cristiano, ¿qué tiene de divertido disfrazar a los niños o decorar la casa con personajes que representan el mal, la tiniebla, lo opuesto a Aquél que…