Hay días, como hoy, que “huelen a María”, pero también hay vidas que “huelen a María” y ese, es el perfume que el Hijo reconoce en su hogar, porque huele a su Madre.
El día sábado es especialmente dedicado a la Virgen María Madre de Dios y esta oración está dedicada a ella para reconocer las maravillas que Dios hizo en ella para que todas las generaciones le llamarán bienaventurada.