Queremos estar despiertos y vigilantes, porque tú traes la luz más clara, la paz más profunda y la alegría más verdadera. ¡Ven, Señor Jesús! ¡Ven, Señor Jesús!
En este primer domingo de Adviento se nos invita, pues, a estar vigilantes. Dios da una fiesta en su montaña santa y todos estamos invitados a participar.