Sólo nosotros, como padres de adolescentes, podemos darles las herramientas adecuadas para la vida, educarlos todo el tiempo con el ejemplo, amarlos porque si… sin fingir,
Todos enfrentamos nuevos retos y dificultades cada día, pero eso es precisamente lo que nos hace crecer como personas. Lo mismo sucede con los pequeños, ya que durante su crecimiento deben comenzar a formar su carácter y personalidad. La clave está en la actitud con que lo hacen.
“Nadie nace sabiendo ser padres”. Esta realidad no ha de convertirse en un justificante, para evadir la responsabilidad de prepararnos cada día mejor como seres humanos y progenitores.