«No es la hora del miedo y la soledad.

No es el tiempo de la dispersión.

No es el momento de hacer los caminos en solitario.

No es la época de la uniformidad.

No son los días de desesperar.

 

Es la hora del espíritu.

Es la hora de la comunión.

Es el tiempo de la verdad.

Es la llegada de la libertad.

 

Es la hora de quienes tienen oídos para oír.

Es la hora de quienes tienen corazón de carne y no de piedra.

 

Es el tiempo de los que adoran

en Espíritu y Verdad.

Es el tiempo de los que creen y esperan.

Es el tiempo para los que se quieran

hacer nuevos.

Es el tiempo para los que quieran

hacer lo nuevo.

 

Es ahora cuando todo es posible.

Es ahora cuando el reino está en marcha.

Es ahora cuando merece la pena

no volverse atrás.

Es ahora cuando podemos darnos la mano.

Es ahora cuando su voz grita.

Es ahora cuando los profetas

tienen que gritar.

Es ahora cuando los miedosos

no tienen nada que hacer.

Es ahora cuando nuestra fuerza es el Señor.

Es ahora cuando el Espíritu del Señor

está sobre nosotros.

 

Es ahora el tiempo del Espíritu.

Es ahora cuando los creyentes

pueden proclamar:

«Me ha enviado a proclamar la paz,

y la alegría»

 

Amén.»

Comparte:

About Author