¡Salve, Corazón de Jesús; sálvame!

¡Salve, Corazón de mi Creador; perfeccióname! ¡Salve, Corazón de mi Salvador; rescátame!

¡Salve, Corazón  de  mi  Juez;  perdóname!

¡Salve,  Corazón  de  mi Padre;  gobiérname!

¡Salve,  Corazón  de  mi  Esposo;  ámame!

¡Salve,  Corazón  de  mi  Maestro;  enséñame!

¡Salve,  Corazón  de  mi  Rey;  coróname!

¡Salve,  Corazón  de  mi  Bienhechor;  enriquéceme!

¡Salve,  Corazón  de  mi  Pastor;  guárdame!

¡Salve,  Corazón  de  mi  Hermano;  quédate  conmigo!

¡Salve,  Corazón  de  incomparable  bondad;  perdóname!

¡Salve,  Corazón  todo  amable,  abrásame!

¡Salve,  Corazón   amante;  obra  en  mí!

¡Salve,  Corazón   misericordioso;  responde  por  mí!

¡Salve,  Corazón  humilde;  descansa  en  mí!

¡Salve,  Corazón  paciente;  sopórtame!

¡Salve,  Corazón  fiel;  paga  por  mí!

¡Salve,  Corazón  digno  y  admirable;  bendíceme!

¡Salve,  Corazón hermoso y deseable; arrebátame!

¡Salve, Corazón  noble y perfecto; ennobléceme!

¡Salve, Corazón  Sagrado,  bálsamo  precioso;  consérvame!

¡Salve, Corazón  de  Jesús,  modelo  de  perfección;  ilústrame!

¡Salve,  Corazón  de  Jesús,  origen  de toda felicidad; fortifícame!

¡Oh Divino Corazón de Jesús, viviente en el Corazón de María, yo te suplico que vivas y reines en todos los corazones y los inflames en tu puro amor!

¡Oh Corazón generosísimo, sé Tú nuestro tesoro y nuestra única suficiencia!¡Oh Corazón muy amante y muy deseable, enséñanos a amarnos y a no desear

nada fuera de Ti!  Destruye en nosotros el reino del pecado y entroniza el de la virtud, a fin de que tu  sagrada imagen quede del todo acabada en nuestras almas y que sea un día ornamento de tu palacio celestial.  Amén.

ORACIÓN FINAL

¡Oh Señor Jesús! santo y dulce amor de nuestras almas, que prometiste que allí donde dos o más se reunieran en tu nombre, ahí estarías Tú, en medio de ellos.  Mira, amable Jesús, juntos aquí nuestros corazones deseosos de adorar, alabar, amar, bendecir y complacer a tu santísimo Corazón. A él dedicamos juntamente y consagramos los nuestros en el tiempo y en la eternidad, renunciando a todos los amores y aficiones que no sean conformes a tu amor.  Mas como ninguna cosa buena podemos hacer, por nosotras mismas, te suplicamos Señor por la bondad de tu Corazón, que mantengas y confirmes nuestro propósito de amarte y servirte, a fin de que nada nos pueda apartar de Ti; antes al contrario, haz que siendo fieles y constantes en esta determinación, sacrifiquemos al amor de tu Corazón Sagrado, todas las vanas complacencias de este mundo, ya que todo es vanidad y aflicción de espíritu excepto el amarte y servirte a Ti solo,  Salvador nuestro Jesucristo, a quien sea la bendición, el amor y la gloria eterna.  Amén. (Santa Margarita María Alacoque)

Comparte:

About Author