A finales del 2016, se generó una gran controversia por una nueva canción de Maluma, titulada “4 babys”. Ya para el 30 de diciembre de 2016, el video-clip tenía más de 289 millones de visualizaciones en YouTube y más de un millón de likes.
De la letra podemos decir que es “más de lo mismo”, a mi modo de ver, pornografía hecha canto.
A quien esta afirmación le parece exagerada, lo remito al DRAE (Diccionario de la Real Academia Española), que define pornografía como “1. Presentación abierta y cruda del sexo que busca producir excitación; 2. Espectáculo, texto o producto audiovisual que utiliza la pornografía.” Cuando uno lee o escucha la letra de “4 babys”, es justamente eso: “presentación abierta y cruda del sexo”, un producto auditivo (canción) que presenta cruda y abiertamente el sexo con cuatro mujeres de las que supuestamente está enamorado (en realidad está “enamorado” del placer que le dan, cuando él quiere y cada una a su manera).
¿Que si busca intencionalmente producir excitación? No lo sé. Pero que la produce, la produce. Como comentaba un joven que había decidido dejar de escuchar reggaetón:
«Escuchar esa música alimentaba mis pensamientos y fantasías sexuales, y me llevaba a la masturbación. En las fiestas o discotecas me llevaba a tocar y besar a cualquier chica que se prestaba fácilmente para ello. Tener relaciones sexuales con alguna de ellas era solo cuestión de tiempo. Solamente veía a la mujer como un objeto y no como una persona digna de respeto».
Mas en esta ocasión —no sé por qué recién ahora— han alzado su voz de protesta algunas mujeres, alborotando las redes sociales y pidiendo que el video-clip sea censurado en YouTube. Maluma se ha defendido públicamente en un concierto diciendo en tono desafiante:
«Quiero que sepan algo: en mi música no manda la radio, en mi música no manda mi disquera, en mi música no mando yo, en mi música manda el público carajo (sí, con lisura y todo)», a lo que siguió un griterío ensordecedor (básicamente de mujeres). Y añadió: «Si ustedes quieren que yo cante esta canción, la seguiré cantando por el resto de mi vida». (más gritos desaforados de sus fans femeninas).
Hay quienes toman estas letras a la ligera y piensan que exageramos al denunciarlas:
«Estamos en el 2017, hay canciones peores, el solo hecho de que ésta se volvió famosa solo porque la cantó Maluma no quiere decir que merezca tanta crítica… este tipo de canciones es solo para divertirnos a nosotros los jóvenes». (Uno de los comentarios a nuestro programa de LOV en TV, “4 babys”).
Estamos de acuerdo en que no es que solo ésta merezca tanta crítica, ¡también lo merecen muchas otras! Cuántas de sus canciones —y las de otros cantantes de música “urbana”— giran en torno al sexo, con descripciones muy “crudas” que no se quedan en “diversión”, sino que excitan a los jóvenes y no tan jóvenes, más aún cuando la “bailan” con el “perreo”. Además, de alguna manera este joven que trata de defender que “es solo para diversión” admite que no lo es cuando afirma que “hay canciones peores”. O sea, la letra no sería de las peores, pero sí hace daño.
Seamos honestos: la letra de “4 babys”, como la de tantas otras, no es inofensiva, va (de)formando la mente de hombres y mujeres. De los hombres porque terminan viéndose a sí mismos como “machos” que no pueden contenerse y de las mujeres que —como en este caso— andan desesperadas por tener sexo con el “macho alfa” para satisfacerlo y retenerlo.
Qué mejor que una mujer para comentarnos su impresión:
«Ayer en la noche vi el capítulo de “4 babys”, en LOV en TV. La verdad, nunca había analizado las canciones de reggaetón a profundidad, las cantaba porque tienen ritmo, sin pensar mucho. Claro, algunas canciones sí sé de qué hablan, pero la verdad nunca me había puesto a pensar en que de verdad, de manera inconsciente, finalmente mujeres y hombres caemos en eso: del baile se va al coqueteo, al beso y luego, en el peor de los casos, se termina pasando la noche con quien apenas conoces. ¡Qué terrible! Recién ayer escuché esa canción de Maluma, lo hice para saber de qué trataba… ¡Qué manera de degradar a la mujer! Y claro, somos nosotras mismas quienes permitimos que así suceda. Y creo que no solo degrada a las mujeres, sino también a los hombres, porque los hace quedar como animales que solo buscan satisfacerse.»
En resumen, este tipo de letras corresponden a una visión “machista” de la que tanto se quejan las mujeres, pero que ellas mismas fomentan al cantarlas y defender a sus ídolos.
Fuente: LA OPCION V