¡Qué bien se está cerca de ti, Jesús Eucaristía!
Busquemos el tiempo para visitar a Jesús en la Eucaristía y adorar en silencio su divina Presencia, y después si se cree conveniente decir lentamente estas palabras desde el corazón, dirigiéndose nuestra mirada, nuestro pensamiento y nuestro Corazón.