Las oraciones son un medio para acercarnos a Dios para alabar, agradecer, reverenciar, pedir perdón, rogar por alguna gracia, la mejor manera siempre será de nuestro corazón al Corazón de Dios, sin embargo, en ocasiones algunas oraciones nos pueden inspirar si al principio no sabemos qué decir u orar con dicha oración escrita.
Gracias Señor, porque en la última cena partiste tu pan y vino en infinitos trozos, para saciar nuestra hambre y nuestra sed…
Gracias Señor, porque en el pan y el vino nos entregas tu vida y nos llenas de tu presencia.
Gracias Señor, porque nos amaste hasta el final, hasta el extremo que se puede amar: morir por otro, dar la vida por otro.
Gracias Señor, porque quisiste celebrar tu entrega, en torno a una mesa con tus amigos, para que fuesen una comunidad de amor.
Gracias Señor, porque en la Eucaristía nos haces UNO contigo, nos unes a tu vida, en la medida en que estamos dispuestos a entregar la nuestra…
Gracias, Señor, porque todo el día puede ser una preparación para celebrar y compartir la Eucaristía…
Gracias, Señor, porque todos los días puedo volver a empezar…, y continuar mi camino de fraternidad con mis hermanos, y mi camino de transformación en ti…