
Madre Santísima de la Luz el dulce rostro de María
La Madre Santísima de la Luz, es Patrona de la Arquidiócesis de la ciudad de León, Gto. México, y es venerada en la Catedral Basílica Metropolitana de dicha ciudad.
La Madre Santísima de la Luz, es Patrona de la Arquidiócesis de la ciudad de León, Gto. México, y es venerada en la Catedral Basílica Metropolitana de dicha ciudad.
Esta pequeña imagen de 33 centímetros, llegó en 1542 traída por Fray Miguel de Bolonia, bajo la advocación de Inmaculada Concepción, los indios le llamaron Cihuapilli, que significa Señora Celestial.
Las apariciones de la Virgen de Guadalupe a Juan Diego, esta advocación es muy amada por muchísimos mexicanos y extranjeros que han conocido su ternísima historia y su gran amor por el pueblo mexicano y cuyo fin principal es el de anunciar a su amadísimo Hijo: Jesús hombre y Dios que nos revela la misericordia del Padre.
Regina Coeli (Reina del cielo) es una oración que los fieles rezan a la Virgen María en lugar de la oración del Ángelus durante el tiempo pascual, desde la Vigilia de Pascua hasta el medio día del sábado de Pentecostés.
Sed su madre y formad Vos misma su corazón en la piedad; que nunca se aparten de la senda de la virtud y que sean felices en el servicio de Dios.
María, discípula silenciosa, meditaba todo en su corazón, guardándolas y creciendo en sabiduría: es lo que ella hizo con humildad
En un mundo amenazado por la guerra nuclear, vivir el mensaje de María es una necesidad, así como lo era para los sacerdotes sobrevivientes.
“Su hija viene muy mal, se puede morir”. Estas son las palabras que la doctora dijo a Paco y a Maga en la clínica de salud de la Cruz Verde, en Guadalajara, a la que llegaron con su pequeña Alejandra, de dos años y 10 meses de edad. Una hora antes había sufrido un fuerte golpe en la cabeza.
Cada vez que pasaba un sacerdote llevando el Viático a alguien, rezaba un Ave María rogando a la Santísima Virgen la gracia de no morir sin confesarme y recibir la Sagrada Eucaristía en el último momento de mi vida.
El Papa Francisco, en el habitual rezo del Ángelus de cada domingo desde la ventana del Palacio Apostólico, ha comentado este 8 de diciembre el ejemplo de María, la Inmaculada Concepción, que nos puede ayudar «a hacer de toda nuestra vida un sí a Dios, un sí hecho de adoración a Él y de gestos cotidianos de amor y de servicio”.