Los padres sustitutos son aquellos, que en un momento determinado, temporalmente o fijo, sin ser los padres del niño ejercen la función. Dicha función es importante, porque asume la tarea de tratar a quien está aprendiendo de la vida, y es el ser más delicado que requiere de atención, paciencia, cariño, comprensión, límites claros.
¿Pero cómo actuar, con aquellos quienes están temporalmente bajo su cuidado? No es tarea fácil, en primer lugar por el hecho de no ser los padres, en segundo por realizar su tarea y ver a ésta modificada con la contrariedad de quienes son realmente los padres y en tercer lugar porque los menores que están bajo su cuidado, pueden reaccionar haciendo uso del chantaje. Estas y otras vicisitudes son las que enfrentan estos “padres sustitutos”, quienes pueden ser: educadores, puericulturistas, nanas, maestros, cuidadores, algún familiar etc.
Es recomendable identificar con claridad sus funciones y límites, a sabiendas que para ello se requieren ciertas habilidades, como:
· Responsabilidad
· Paciencia
· Limpieza
· Creatividad
· Capacidad de dirección y control
· Empeño y rapidez para actuar (en situaciones de peligro para los niños)
Los Padres Sustitutos, ejercen la profesión más delicada, pues trabajan con niños, personitas que son como: “una página en blanco” y sobre quienes se escriben los primeros renglones de la vida. Esos pequeños puestos a su cuidado, ya sea en horas, periodos cortos o largos, asumen de esos padres experiencias. Por ende la labor a realizar, merece toda la atención y cuidados posibles.
La convención de los derechos humanos del niño, da prioridad a la familia como parte del efecto de la crianza y educación. Es en ésta donde los niños reciben los primeros cuidados y preparación para su desarrollo tanto físico, psíquico y social. De esta familia y padres depende el bienestar de los pequeños. Los padres de “hoy” por diversas circunstancias, suelen delegar el cuidado de sus hijos, a quienes llevarán a cabo sus funciones y en su momento serán parte de esa familia, o por el contrario los niños son llevados a centros que hacen las veces del hogar.
Las funciones de los padres sustitutos, son muy similares a la de los progenitores, dentro de esas funciones se destaca lo siguiente:
• Función de protección: Velar por el buen desarrollo y crecimiento de los hijos, así como por su socialización.
• Función afectiva: Los padres deben proporcionar un entorno que garantice el desarrollo psicológico y afectivo del niño. Es necesario que los padres sustitutos demuestren física y verbalmente su afecto y que desarrollen su rol paterno partiendo de conceptos como la comunicación, el amor, la paciencia y la dedicación.
• Función de estimulación: Aportar a los hijos estimulación que garantice que se pueden desarrollar correctamente en su entorno físico y social. Que potencien sus capacidades tanto físicas como intelectuales, sociales, para conseguir la máxima potencialidad.
• Función educativa: Los padres deben poder orientar y dirigir el comportamiento de los niños y sus actitudes y valores de una forma coherente con el estilo familiar y que sea aceptable para el entorno
• La comunicación: los padres tienen que comunicarse con sus hijos en un ambiente de escucha mutua, respeto y empatía, pero manteniendo una jerarquía de competencias.
•El apoyo en los procesos de desarrollo y las exigencias de la madurez: los padres competentes estimulan y apoyan a sus hijos, y además les plantean retos para estimular sus logros, proporcionándoles reconocimiento y gratificación.
• El control: Los niños necesitan a los adultos para poder desarrollar una inteligencia emocional y relacional, es decir, para poder controlar sus emociones, impulsos y deseos. La adquisición de autocontrol es posible si antes se ha experimentado un control externo regulador como el que hacen unos padres competentes, los cuales están atentos a las necesidades de los niños y les facilitan en cada oportunidad límites y normas a la vez que crean espacios de conversación y reflexión sobre sus vivencias emocionales, las formas de controlar sus emociones, así como las formas adaptativas y adecuadas de comportarse.
Ante la disyuntiva en la que los padres sustitutos pueden enfrentarse, en relación con los padres biológicos, se debe recurrir a técnicas de comunicación clara, persuasión. Dialogar sobre la conducta de los menores, llegar a acuerdos en reglas, límites, sanciones. Intervenir con los padres, para que éstos a su vez no modifiquen o interfieran negativamente en los aspectos formativos del menor.
Los padres sustitutos, deben estar preparados y motivados, ante la resolución de situación de los niños, en el caso, de que ya no se requiera de sus cuidados. Es decir, se debe tener la fortaleza yoíca para el manejo del apego, y vivir la separación de los niños, de modo natural. A sí mismo deben ir preparando al menor, poco a poco, ante esa realidad.
Ser padres no es fácil, pero ser “Padre Sustituto”, puede verse más complicado, sin embargo, el amor, la dedicación a la tarea y trabajo a realizar, hacen de esta profesión un arte, en el que se luche con responsabilidad, por proporcionar los elementos necesarios para el óptimo desarrollo del niño.
Lic.Emma Monjaráz Anguiano