Querida Virgen María. Gracias por ser nuestra mamá en la fe, por estar cerca nuestro y cuidarnos mucho como hiciste con Jesús-niño. Quiero conocer mejor a tu hijo y a quererlo más cada día. Quiero vivir como Jesús. Ser buen hijo, buen hermano y buen amigo. Contagiame tu esperanza. Que aprenda, como vos, a vivir en las manos de Dios. Ayudame a hacer crecer mi fe. Madre Buena, enseñame a seguir los pasos de Jesús.
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