Espíritu Divino, bajo tu inspiración comienzo mi jornada.
Deseo vivamente que tu luz me ilumine y ponga en tu santo entendimiento mi confianza, para que guíes mis acciones.
Mi razón, mi amor y mis sentidos, quiero que sean modificados por tu transformante caridad, para que todo pecado, odio y egoísmo huyan de mi alma; y mi espíritu sólo albergue la gracia de tu protección e infinita misericordia.
Que este día sea pleno de tu divina paz.