«Madre del Divino Amor, tú que tan bien supiste aprender de Él las lecciones de misericordia, de extraordinaria bondad y de suprema caridad, obtenme la gracia de entrar a esa misma escuela y aprender de Ti que tan maravillosamente reflejas la grandeza del amor, a acercarme día a día interiorizando más y más a Aquel que siendo Él mismo todo amor es también para nosotros la puerta de acceso a la Comunión amorosa. Que así sea.»
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