Querida Madre. 
Acompañame todos los días. 
Ayúdame a portarme bien 
y ser un buen hijo, 
servicial y atento 
para lo que necesiten mis papás. 
Quiero ser un buen hermano, 
que no discuta ni me pelee tan fácil 
por cosas que no son importantes. 
Dame una manito en las cosas de la escuela 
y ayúdame a tener siempre 
una sonrisa para todos 
los que me rodean. 
Ayudame a vivir 
haciendo el bien, 
como le enseñaste 
a tu hijo Jesús. 
Ayudame a ser como El.

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