El Señor dijo a santa Faustina:
He aquí como rezarás el Rosario de mi Misericordia. Empezarás rezando un Padre Nuestro, Ave María y el Credo. Credo de los Apóstoles:
Creo en Dios Padre, todopoderoso, creador del cielo y de la tierra; y en Jesucristo, su único Hijo, Señor nuestro que fue concebido por obra del Espíritu Santo y nació de Santa María Virgen; padeció bajo el poder de Poncio Pilato; fue crucificado, muerto y sepultado; descendió a los infiernos, y al tercer día resucitó de entre los muertos; subió a los cielos y está sentado a la diestra de Dios Padre Todopoderoso; desde allí ha de venir a juzgar a los vivos y a los muertos. Creo en el Espíritu Santo; la Santa Iglesia Católica; la Comunión de los Santos; el perdón de los pecados; la resurrección de los muertos y la vida eterna. Amén.
Después, usando un rosario común, dirás en las cuentas del Padrenuestro:
V/. Padre Eterno,
R/. Te ofrezco el Cuerpo y la Sangre , el Alma y la Divinidad de tu amadísimo Hijo, Nuestro Señor Jesucristo, en expiación de nuestros pecados y de los del mundo entero.
Con las cuentas del Avemaría dirás las palabras siguientes:
V/. Por su dolorosa Pasión,
R/. ten misericordia de nosotros y del mundo entero.
Para terminar dirás tres veces:
Santo Dios, Santo Fuerte, Santo Inmortal, ten piedad de nosotros y del mundo entero.
Una brevísima oración enseñada a Santa Faustina por el Señor y repetida por ella cada mañana y a menudo durante el día para renovar su acto de consagración a la Divina Misericordia:
¡Oh Sangre y Agua que brotaste del Corazón de Jesús como manantial de misericordia para nosotros, en Ti confío!
ORACIÓN.
Dios Eterno, cuya Misericordia es infinita y en quien el tesoro de la compasión es inagotable, míranos bondadosamente y auméntanos tu misericordia, con el fin de que en los momentos difíciles ni desesperemos ni nos desalentemos, sino que con la máxima confianza nos sometamos a tu santa Voluntad, que es el amor y la misericordia misma.
IMPRIMATUR
Joseph F. Maguire
Bishop of Spiringfield, Mass. USA