Y “en esta situación ¿que te dice tu corazón?” Porque, por si no lo sabias, este órgano piensa y razona, no nada más siente. Investigadores han descubierto que el corazón tiene un sistema nervioso de más de 40 000 neuronas, como las del cerebro, que constituye todo un sistema nervioso independiente de éste.
Por esto el corazón puede tomar decisiones e impulsar a la acción independientemente del cerebro racional o neo-córtex del hemisferio cerebral izquierdo. Las neuronas le permiten este núcleo percibir, aprender, recordar y comunicarse.
Además el corazón produce la hormona ANF, la que asegura el equilibrio general del cuerpo: la homeostasis. Uno de sus efectos es inhibir la producción de la hormona del estrés y producir y liberar oxitocina, que se conoce como hormona del amor.
Y como el campo electromagnético del corazón es el más potente de todos los órganos del cuerpo, 5 000 veces más intenso que el del cerebro, cuando éste cambia también cambia el estado emocional. Cuando tenemos miedo, frustración o estrés este campo se vuelve caótico, pero se ordena con las emociones positivas.
Sabemos que hay dos clases de variación de la frecuencia cardiaca: una es armoniosa, de ondas amplias y regulares, y toma esa forma cuando la persona tiene emociones y pensamientos positivos, elevados y generosos. Pero la otra frecuencia es desordenada e incoherente y aparece con las emociones negativas, como el miedo, la ira o la desconfianza. Pero además las ondas cerebrales se sincronizan con estas variaciones del ritmo cardiaco; es decir, que este órgano influye en el cerebro. La conclusión es que el amor del corazón no es solamente una emoción, es un estado de conciencia inteligente activa.
Este cerebro del corazón activa en el cerebro de la cabeza centros superiores de percepción completamente nuevos que interpretan la realidad sin apoyarse en experiencias pasadas de la vieja memoria del neo córtex, por tanto es un conocimiento inmediato, instantáneo, y por ello, tiene una percepción exacta de la realidad que denominamos intuición.
Está demostrado que cuando el ser humano utiliza el cerebro del corazón crea un estado de coherencia biológico, donde todo se armoniza y funciona correctamente, es una inteligencia superior que se activa a través de las emociones positivas como la compasión o el amor.
Y todo lo podemos activar practicando la apertura hacia el prójimo, el escuchar, la paciencia, la cooperación, la aceptación de las diferencias, la valentía y el amor. Practicando pensamientos y emociones positivas.
Y se facilita si nos acostumbramos a observar nuestro estado emocional y aprendemos a confiar en nuestra intuición y para ello cultivar el silencio, el contacto con la naturaleza, la meditación y la contemplación.
Cuando no sepas que hacer en una bifurcación de caminos pregunta a tu corazón él te dirá. Recuerdo que mi abuela me preguntaba a menudo “Y ¿que dice tu corazón?”.
Además un científico mexicano ha demostrado que en verdad si existe comunicación entre estos estados vibratorios del corazón de dos personas que se aman.
Contactemos con la Misericordia del Corazón de Jesús.