Papá y mamá, por su condición de hombre y mujer, aportan de forma distinta a los hijos en su desarrollo. Desde que nace un niño, cada padre por separado, pero complementariamente, ayuda a determinar procesos tan complejos como el ser persona y la identidad sexual. La madre tiene unas características propias, que complementa con el.
Las características propias del ser humano, desde el lenguaje hasta los valores, se obtienen, en gran medida con el contacto con otros seres humanos. Es así como los padres contribuyen a desarrollar en los hijos su identidad, a reconocer en otros a personas similares a él y le proporcionan un mundo lleno de valores.
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Cada uno de los padres influye en este proceso de forma distinta, sin premeditación, sólo por el hecho de ser hombre o mujer. El que ambos sean complementarios proporciona a los hijos una visión completa del mundo.
La influencia de la madre en la vida de sus hijos
Estas son las particularidades propias de la madre, por su condición de mujer y de los papeles o roles que suele asumir en el seno de la familia y de la sociedad.
Características propias de la madre
Solo por el hecho de amamantarlo, y estar dedicada al cuidado directo del niño, la mujer tiene una relación más física y afectiva con los hijos. Además, tiene mayor facilidad para la comunicación verbal y para compartir intimidad. De ahí que sus relaciones tiendan a ser más expresivas. Por ello, además, sirve de puente con papá. En cuanto a los problemas, los analiza desde el punto de vista afectivo. Si un hijo llega con malas nota, trata de averiguar qué está ocurriendo en el colegio, etc.
Medios de educación de la madre
De la madre se suele aprender a través de la convivencia diaria: mientras ordena, baña a los niños, ayuda con las tareas, va de compras… ella transmite una forma de ver el mundo.
Contenidos específicos de la madre
· Por ser más comunicativa y estar en el día a día con los niños, transmite de forma más efectiva el lenguaje.
· Da afecto, cariño, consuelo…
· Relación más cercana, física.
· Su amor hacia el hijo para en línea directa.
· Más consoladora. Su autoridad viene dada por el manejo de todos los días y por la figura del papá que la respalda.
· Relación más difícil, de mayores conflictos y roces por el «día a día».
· Protectora con los hijos.
· Riesgo: sobreprotegerlos.
· Papel hacia el padre: apoyarlo en sus propuestas y juegos, no contradecirlo ni recriminarle por su trabajo o actividades aparte de la familia y fomentar la relación con los hijos.
Si falta la madre…
Las madres, especialmente, cuando el hijo es chico, éste puede tener dificulta para construir vínculos amorosos con otras personas. Puede costarle entregar cariño, ser inseguro y mostrarse necesitado de un lazo que lo contenga. Al analizar casos de consumo de alcohol y drogas, es frecuente comprobar que ha habido una madre ausente.
Así influye la madre en el niño
Desarrollo de su masculinidad
En su proceso de identificación como hombre, es necesario que la madre lo apoye. El niño tiende a adoptar el rol del papá y ella proyecta en él el rol de marido. Así, por ejemplo, le pide que arregle el enchufe, que acarree algo pesado, etc.
En esta diferenciación de roles es importante enseñarle a tomar conciencia de sus limitaciones y riesgos.
Clichés como «los hombres no lloran» y «a las mujeres no se les pega» no contribuyen a hacer un hombre e verdad. Igual que el exceso de exigencias sobre lo que es ser hombre lo puede llevar a considerarse como tal si es cruel o violento. Dependiendo de cómo la mamá lo trate lo ayudará a tener una sensibilidad propia.
Adaptarse a sus características
Los niños le exigen más de la madre que las niñas porque son más activos y transgresores de normas. Debe adaptarse a estas conductas, como permitirle jugar más afuera, etc.
Reafirmación de su sexo
El niño tiene un rol activo en su identificación sexual. Desde muy chico elige su ropa y juegos según sean «de hombre». Pide gestos de la madre en esta búsqueda de su masculinidad: frases como «es el hombre de la casa», comprarle rapa masculina, etc. Aunque se puede considerar absurdo, el transgredir normas culturales, como ponerle una ropa más «femenina», lo hace sufrir.
Apoyo al padre
Al felicitarlo en su trabajo o en sus destrezas deportivas, manuales o tecnológicas se le hace más atractivo como modelo para el niño.
Cecilia Fontaine
Asesores: Malva Villalón y Sergio Canals, Psiquiatras.
Fuente: HACER FAMILIA