
La oración Ven Espíritu Santo Creador en la vida de san Juan Pablo II
Aciprensa nos narra interesante y brevemente una anécdota de San Juan Pablo II respecto a su devoción al Espíritu Santo.
Aciprensa nos narra interesante y brevemente una anécdota de San Juan Pablo II respecto a su devoción al Espíritu Santo.
Letanías al Espíritu Santo
Soberana Emperatriz del cielo y de la tierra, Santísima Madre de la Luz, yo…, indigna hija tuya, te reconozco y confieso como dignísima Madre de Dios, soberana de todo el universo y madre mí amorosísima.
La letanía las agregamos después de rezar los misterios del rosario, como oración de intercesión a la santísima Virgen María y a los santos o a los atributos de Dios como su misericordia, según la Real Academia Española letanía significa: Oración cristiana que se hace invocando a Jesucristo, a la Virgen o a los santos como mediadores, en una enumeración ordenada.
¿Que es un consagración? Consagrar en el sentido cristiano es dedicar lo que soy y tengo a Dios, y lo hago cuando me siento profundamente amada y deseo agradecer de alguna manera lo que Él los dones, la familia, el trabajo, los amigos y todo aquello que me pertenece, para estar al servicio de quien no ha dudó entregarse en la Cruz por mí.
Dirigirnos a san José con una pequeña oración para admirar su silencio, su presencia, ternura y prudencia como lo hizo cuando estaba en la tierra custodiando a María y a Jesús, nos ayuda a darnos cuenta de que todos tenemos batallas que librar y virtudes que ejercitar para ser felices y mientras lo hacemos caminamos hacia Dios.
Una visita de pésame a Nuestra Señora acompañándola en su regreso del Calvario.
En nuestra tradición cristiana tenemos variadas formas de oración, la repetición de pequeñas frases dichas con fe en Dios, renuevan nuestra decisión de fortalecerla y nos afianzan en ella.
“La Cruz de Cristo soporta el sufrimiento y el pecado de la humanidad. Incluido el nuestro. Jesús acepta todo esto con los brazos abiertos, soportando en sus hombres nuestras cruces y diciéndonos: ‘¡Ten valor! ¡No llevas tu cruz solo! Yo la llevo contigo. Yo he vencido a la muerte y he venido para darte esperanza, para darte vida’ (cf. Jn 3,16).” – Papa Francisco. Discurso,…
El perdón es la llave de la libertad y la paz interior. Para pedir perdón se requiere humildad. Para perdonar se requiere misericordia. Ni la humildad ni la misericordia son fáciles. Pedir perdón supone reconocerse pecador. Perdonar supone tener un corazón como el de Cristo.