Enviado por Alfredo Sandoval, legionario de María.
- Pureza de corazón: Sin ella es imposible agradar a Dios. Purifica tu alma por la confesión y procura evitar toda falta.
- Rectitud de Intención: Ofrece cada una de tus obras a Dios por medio del Sagrado Corazón.
- Espíritu de Fe: Acostúmbrate a ver y a aceptar de buen agrado en todos los acontecimientos del día aun en los adversos, la amable providencia de Dios.
- Esperanza: Piensa con frecuencia en la vida eterna que Dios te tiene prometida, si le sirves fielmente y anímate a proseguir en tus propósitos.
- Amor de Dios: Ejercítalo de palabra y afecto diciéndole frecuentemente.
- Caridad con el Prójimo: Practícala haciendo hoy algunas o varias obras de misericordia espirituales o corporales.
- Piedad: Haz hoy con especial diligencia tus oraciones y demás prácticas espirituales.
- Humildad: No te juzgues mejor que los demás, ni desprecies a otros porque no son como tú. Si te viene alguna humillación, acéptala en silencio.
- Mortificación: Ofrece al Corazón de Jesús privarte de algún gusto o de alguna diversión por amor suyo.
- Obediencia: Por amor al Corazón de Jesús guárdala con tus padres o superiores.
- Castidad: Ten hoy especial cuidado en lo que a ello se refiere en pensamiento, palabra y obra.
- Paciencia: Domina en este día todos los movimientos interiores de rebeldía contra las personas o acontecimientos.
- Celo: Ruega por las almas de tus prójimos para que se salven y santifiquen, y ofrece por esta intención algún sacrificio u oración.
- Confianza: En todas tus dificultades y luchas acostúmbrate a decir: Sagrado Corazón en ti confío.
- Modestia: Guarda hoy de manera especial tus sentidos, particularmente la vista, de todo lo que pueda servirte de tentación.
- Mansedumbre: Soporta con paciencia las molestias y defectos del prójimo.
- Generosidad: Cuál es el sacrificio que hace tiempo te pide el Sagrado Corazón de Jesús? Ofrécelo en este día.
- Paz: En todas las dificultades y adversidades consérvate exteriormente tranquilo y procura serenarte interiormente.
- Moderación: Examina si tus vestidos, actuaciones y diversiones son conformes con la modestia cristiana.
- Amabilidad: Atiende con semblante alegre a los que se acercan a ti.
- Sencillez: ¿Vives pendiente de ti mismo? Atiende menos al arreglo exterior que al adorno interior del alma.
- Amor: une tu vida diaria al Corazón de Jesús en su ofrenda al Padre por la salvación del mundo.
- Fidelidad: Mantén unido tu pensamiento al Amor del Corazón de Jesús en todo lo que digas y hagas.
- Perdón: El Corazón de Cristo siempre atento a nuestras peticiones y siempre fiel a concedernos lo que esperamos, pide honrar su infinito Amor perdonando siempre.
- Amor a su Santa Iglesia: administradora de tus sacramentos que nos limpian, alimentan y fortalecen, oraré por todos los que la formamos.
- Oración por los sacerdotes: que nos imparten tu perdón y nos dan tu paz para que les concedas fidelidad y sabiduría.
- Caridad: pide encienda en ti el fuego de su Amor, para que le ames a El sobre todos las cosas y al prójimo como a ti mismo.
- Cruz: Pidamos nos enseñe a tomar nuestra cruz de cada día. Que el Pan de la Palabra y la Eucaristía nos fortalezcan para aceptarla con amor.
- Esperanza: Atrae hacia Ti nuestros corazones para que hagamos de nuestra vida una entrega total a tu Corazón y esperemos en ti con alegría.
- Celo apostólico por la salvación de los hombres: hablando de Ti a todas las personas que Tú pongas en nuestro camino.