Enseñemos a nuestros hijos pequeños a agradecer y encomendar a Dios nuestras actividades, un joven padre de familia al despertar su pequeña de año y meses en la cuna le decía: «besito a Papa Dios» y la pequeña sonreía y besaba su manita, soplaba para que volara su pequeño acto de amor.
De esta y mil maneras debemos ir acercando a los más pequeños al Señor, esta es sólo una sugerencia pero también podemos hacerlo de manera espontánea y darles la oportunidad de decir breves palabras de agradecimiento, alabanza o petición, bendecir los alimentos, agradecer por la noche, etc.
Lo mejor será siempre darle un tiempo de acuerdo a la edad de los infantes para que vayan tomando gusto por la oración y no aburrimiento.
Gracias Jesús por este año que termina, por los buenos momentos que pasé en la escuela, por todo lo que aprendí, por mis maestros y mis compañeros. Te pido que los acompañes a todos hasta que nos reencontremos el año próximo. También te quiero pedir por todo este tiempo de vacaciones que comienza. Gracias por regalarme este descanso. Ayúdame a aprovechar el tiempo libre, dando una mano en casa, visitando a mis familiares, en especial a los más viejitos o los enfermos, que siempre se ponen contentos cuando alguien los visita. Que viva estos días con muchas ganas de ayudar y de acordarme de todas las personas que me puedan necesitar.