Jesús, maestro y amigo bueno, enseñame a rezar como vos lo hacías. Prepara mi corazón y mis labios para decircontigo: ¡Papá! Al Dios Bueno que está en los cielos y en la tierra, cerca nuestro acompañandonos y cuidandonos mucho y siempre. Ayudame a buscar un momento en el día para hablar con Dios, tranquilo, contandole mi vida, mis cosas, mis problemas y mis alegrías. Enseñame a hacer silencio para escuchar su palabra. Enseñame a oir, entre el ruido que nos rodea, la voz del Padre que nos expresa su amor. Jesús, amigo bueno, enseñame a decir Padrenuestro con fe, con ganas, con alegría y confianza.
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