«Me parecía muy injusto el que por yo haber estado haciendo el tonto y no haber tomado las decisiones correctas tuviera que pagar otra vida por mí», señala la joven mallorquina. Actualmente, a sus 23 años colabora con la Fundación Redmadre ayudando a otras adolescentes que pasan por su misma situación.
Gracia Aguilar se quedó embarazada a los 14 años, dio a luz a los 15. Pese a las dificultades que presenta un embarazo adolescente decidió ocultarlo hasta los tres meses para evitar la posibilidad de que sus padres le obligasen a abortar. A día de hoy, colabora con Fundación Redmadre ayudando a otras chicas adolescentes que pasan por su misma situación.
En el vídeo testimonio, Gracia explica que “con 14 años conocí a un chico, era muy niña, y me quedé embarazada”.
Sobre su embarazo cuenta que aquello ocurrió porque “no tenía una referencia, no entendía mucho del amor, ni de las relaciones. Pero ahora que ha pasado el tiempo y lo veo desde fuera, esa relación no era una buena. Tenía 14 años y estaba embarazada, iba a tener una niña con 15 años”.
Como no hablaba con su madre y a su padre, con el que vivía, casi no lo conocía, se informó en Internet: “Había escuchado algunas historias de chicas de mi barrio que se habían quedado embarazadas y sus padres les obligaron a abortar, y yo como no me hablaba con mi madre y a mí padre casi no lo conocía y no tenía ni idea de cómo iba a reaccionar, decidí no contarlo hasta los tres meses para asegurarme de no abortar”.
Gracia actuó así porque “me parecía muy injusto el que por yo haber estado haciendo el tonto y no haber tomado las decisiones correctas tuviera que pagar otra vida por mí”.
Cuando su padre se enteró, lo único que le dijo fue “a lo hecho, pecho”. Su madre, que conoció la noticia más tarde, sí se enfadó con ella “pero no por ocultárselo, si no por no habérselo contado antes”, explica.
Tras pasar por una situación, a la que llegó por sentirse muy sola, esta joven hace una llamada de atención a todos los padres y les pide que “presten atención a las hijas, que se sientan queridas, porque a veces, porque son niñas, pensamos que no sienten y no es así. Hay que prestarles atención a las hijas, porque cuando te sientes con el suficiente amor dentro de ti no lo mendigas por ahí”.
A las adolescentes que pasan por una situación similar a la suya, Gracia les dice que “aunque ellas sientan en ese momento solas, que les falta amor o un poco de atención, un chico no vale más de lo que tú sabes qué es bueno para ti”.
Y añade: “Tienes que valorarte, quererte y hacer lo que tú consideras que es bueno para ti, porque tener relaciones no solamente implica pasártelo bien un rato. Implica que te puedes quedar embarazada y que te puede pasar de verdad, que no es algo que le pase a la vecina y a ti no. Luego pasa y, de repente, tu chico se lava las manos”.
Miriam Calderón
Fuente: Actuall