Por María Luisa Estrada de Vélez

Los adolescentes se la pasan en las redes sociales, descargando música, jugando con video juegos, chateando o mensajeando. Dedican unas 6 horas a estar conectados[1].

A qué se debe tanta fascinación con las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC’s ). Hay varios factores que pueden explicarlo[2]:

Ser figura pública: Presentarse a los demás a través de fotos y comentarios adornadas con efectos visuales o de audio.
Seguridad: Se sienten más libres en sus interacciones para mostrar aspectos más íntimos de sí mismos.
Anonimato: No tienen que preocuparse tanto por cosas como granitos, ropa, o estatura, lo cual facilita oportunidades de aprobación y aceptación social.
Imagen: Al estilo del mejor experto en marketing, pueden gestionar su “marca personal” con la posibilidad de cambiar o corregir lo que no les convence.
Información ilimitada[3]: Preguntan y obtienen respuestas sobre casi cualquier tema.
¿Debemos preocuparnos?

La convergencia digital hace posible tenerlo todo en un teléfono inteligente: cámara, textos, internet ilimitado, llamadas, etc. Aunque su uso sea muy atractivo el mundo digital presenta diferentes riesgos que se pueden clasificar de la siguiente manera[4].

Riesgos de contenido: Violencia en el trato, pornografía[5], conductas como anorexia o bulimia, racismo, consumo de drogas, sexting[6], apuestas y juegos de azar entre otros.
“Unas alumnas de 10 años grabaron un video haciendo poses provocativas y se lo mandaron a un amigo de su clase. Al preguntarles por qué lo hicieron comentaron que era divertido”, nos cuenta una maestra.
Riesgos de contacto: Tratar con personas desconocidas, grooming[7], ciberbullying[8].
Riesgos de privacidad: Exponer demasiado la información personal.
Riesgos comerciales: Estafas con tarjetas, transacciones bancarias.
Costo de oportunidad: Lo que se deja de hacer por estar conectado[9].
Adicción: Necesidad de estar conectado todo el tiempo.
Aislamiento: Puede tener un efecto contrario al esperado, aislando de la familia y de los amigos en el mundo real.
Accidentes: Se empiezan a reportar porcentajes más altos de accidentes derivados por el uso del celular que por el consumo de alcohol[10].
Es necesario hablar con los hijos de estos riesgos y hacerles ver que no se vale todo en internet. Que no se debe herir ni maltratar a los demás. Que cualquier persona puede copiar y luego utilizar las fotos que suben. Que la información que publiquen quedará “tatuada” en la red como si se escribiera una “biografía digital”, donde todo estará disponible dentro de unos años y que es importante no tener de qué arrepentirse.

Los niños también están conectados

–“Pon en YouTube la palabra sex y verás lo que los papás hacen cuando nos mandan a dormir”, le dice un niño de 8 años a su amigo en el colegio durante el recreo.

Este suceso ocurrió en un colegio donde la mayoría de niños tenía supervisión de sus papás sobre lo que veían en internet, sin embargo un solo compañero cuyos papás no estén vigilantes, se puede convertir, aunque sea duro decirlo, en la manzana podrida que daña a las demás.

Mientras la mayoría de los padres piensan que un niño de 10 años o menos está muy pequeño para hablarle de sexualidad, la realidad es que estos están viendo y aprendiendo cosas que ningún papá aprobaría.

La Academia Americana de Pediatría desaconseja el uso de los medios de entretenimiento como televisores, computadores, teléfonos inteligentes y tabletas a los niños menores de 2 años de edad. Sin embargo muchos padres no toman en cuenta estos consejos y según un estudio presentado en la reunión anual de las academias de pediatría de los Estados Unidos, un 73% deja que sus hijos jueguen con los celulares mientras hacen las tareas domésticas, el 60% mientras hace recados, el 65% para calmarlos y el 29% para dormirlos[11].

Las TIC son una herramienta maravillosa sin la cual ya no podemos vivir, pero no tiene justificación la falta de supervisión. Sería como dejar a los hijos sueltos en un parque de diversiones sin guía ni control.

Teoría del teatro

La mente de los niños es como un teatro lleno de sillas vacías que se va llenando con imágenes, ideas y vivencias provenientes de muchas fuentes. Los padres no son los únicos que influyen en los hijos, los amigos también lo hacen. Una mamá comenta que antes mandaba a su hija al colegio muy tranquila porque pensaba que allí estaba “segura”, pero el siguiente suceso la hizo consciente de que ya no es así.

-“Mamá qué es sexo? me preguntó mi hija mientras la ayudaba a vestirse para el colegio. ¿Por qué me lo preguntas, hija? Porque Sara mi amiga, me estuvo mostrando unos videos en su iPad en los que se veía gente haciendo cosas y me dijo que eso era el sexo. A mi no me gustó nada…
¿Y en qué momento ocurrió esto hija?

-Mientras íbamos al baño”.

Ya es difícil quitar esas imágenes de la mente de esta pequeña, pero al menos ella se lo ha contado a su mamá y esto brinda la oportunidad de hablar del tema y de hacer un seguimiento a los sentimientos que este hecho haya podido provocar.

¿De qué se alimenta la mente de tus hijos y de qué se alimenta su corazón? Lo que entra en la mente y al corazón va moldeando sus ideas acerca de la vida, del amor, la sexualidad y después se reflejará en su comportamiento. Tanto padres como educadores deben estar atentos. La mayoría de los colegios prohíben los celulares en clase y recreos, pero no las tabletas porque ya que hacen parte del material escolar. Es necesario que haya normatividad al respecto por parte de las instituciones educativas. Su uso debe ser controlado.

Los filtros

Hace unos años nos contaban de un alumno de 15 años adicto a la pornografía en Internet. Su profesor buscó a los padres y estos estuvieron de acuerdo en instalar un filtro externo para ayudarle. Un mes después, el profesor le preguntó si el filtro le había servido para evitar la pornografía y este le respondió: “No porque ahora me voy a verla en la casa de mis amigos porque no tienen filtros”.

¿Dónde estaba el problema de este adolescente, en la falta de filtro o en la falta de buen carácter del chico?. Es evidente que el chico carecía de lo que en Protege tu corazón llamamos “Filtro interior”[12].

También son importantes los filtros externos para proteger a los hijos de contenidos nocivos en Internet. Como dice Ana Luiza Rotta, Vice Presidente de Protégeles, esta es la única barrera entre el niño y todo lo ilegal o perjudicial de Internet. Por eso constituyen una gran ayuda y si se deben instalar en casa.

A los filtros externos se debe sumar la definición clara de los espacios de conexión en la casa. Por ejemplo las computadoras o el iPad se usan en la sala, los celulares se estacionan en el cuarto de los papás por la noche, etc. Delimitar espacios ayudará a moderar el uso y a ser responsables respecto a los momentos en qué se debe usar o dejar de usar internet.

Sin embargo, cuando el filtro exterior se convierte en la única medida de protección, puede generar un falso sentido de seguridad. Aunque es aconsejable su instalación, sobre todo en la primera década, no es nada conveniente que este reemplace el papel educativo de los padres. Es necesario educar para la ciudadanía digital[13], lo que es correcto en el mundo real también lo es en el mundo digital y viceversa. “El habitante del ciberespacio o de una ciudad debe motivarse por los mismos motores éticos y así como no robaríamos carteras en la calle, tampoco hurtaríamos contraseñas bancarias”[14]. Todo lo que hacemos en internet tiene consecuencias en el mundo real.

La actitud correcta debe ser algo semejante a la prevención de enfermedades, que utiliza las vacunas antes de que estas aparezcan. Como los hijos están expuestos a más temprana edad, es mejor “vacunarlos” respecto a posibles peligros. ¡No podemos esperar! Sin el falso miedo a quitarles la inocencia. Ningún padre en sano juicio omitiría decirle a su hijo que si mete los dedos en el toma corriente se puede electrocutar. Pues bien, antes de que se topen con la pornografía hay que hablarles claro de lo que es, dónde se encuentra y modos prácticos de evitarla por decisión propia. En esto consiste el desarrollo del “filtro interior” que es consecuencia del buen carácter, hacer lo correcto aunque nadie los esté mirando.

Con realismo, hay que advertirles que la pornografía puede cerrarles el camino hacia la felicidad: o se convierte en adicción o les distorsiona el sentido de la sexualidad.

Otra medida preventiva es enseñarles a manejar sus emociones para que no confundan la pornografía como el falso remedio del estrés. Saber también que si el hijo no tiene un Smartphone, es posible que un amigo si lo tenga. Por lo tanto, debemos enseñarles habilidades para decir no cuando se presente la presión negativa y algo muy importante, que sepan buscar ayuda[15].

Los padres por delante

“A la que tienen que hablarle de esto es a mi mamá que vive pegada a Facebook, Whatsapp y cuando le hablo ni me pone atención”.

Este fue el comentario de un muchacho de 13 años después de escuchar una plática sobre las redes sociales dirigida a toda su generación. Y es un clamor de muchos adolescentes porque algunos papás están conectados a las redes, pero desconectados de ellos.

En la sala de espera, en la fila del súper, tomando un café, durante el entrenamiento de los hijos, los padres y especialmente las madres están subiendo fotos o respondiendo mensajes por WhatsApp. Y los hijos observan, juzgan y luego imitan.

Los padres también necesitan saber de las TIC para tomar conciencia de sus riesgos y sobre todo demostrar con su ejemplo lo que significa una personalidad madura en el mundo digital. Vivir algunas virtudes elementales para la convivencia como el respeto y la cortesía implica mirar a los ojos a quien nos habla, poner atención sin distraerse, dejar de atender el teléfono o los mensajes cuando estamos conversando con alguien, apagarlo o ponerlo lejos durante las comidas en familia y con amigos, etc.

Como adultos debemos esmerarnos por tener disciplina, autodominio y fortaleza digital para poderlo transmitir a los hijos. Ir por delante mostrando un uso prudente y sobrio de la tecnología. Y enseñar que un mensaje no reemplaza una llamada de cumpleaños o un rato de conversación cara a cara con un amigo.

7 Ideas para un uso inteligente de las TIC en familia[16]

Establecer unos días sin tecnología. Internet es omnipresente, por lo tanto hay que ponerle orden o será una distracción permanente. Se vale leer, dibujar, armar un rompecabezas, o cualquier otra cosa que no implique usar una pantalla. Ver el cuadro de Reglas para uso del celular.
Evitar los secretos. No debe haber barreras respecto a lo que se hace en internet. Del mismo modo que el papá o la mamá no deberían tener nada que esconder, los hijos tampoco deberían tener espacios a los cuales sus padres no puedan acceder. ¿Qué hace tu hijo en internet? Es bueno saberlo y propiciar conversaciones sobre el tema.
Conocer los amigos digitales de los hijos. Así como hablamos abiertamente y con naturalidad acerca de sus amigos del colegio, los hijos también nos pueden ir contando quiénes son sus contactos mientras miramos sus perfiles en Instagram o Facebook y si hay contactos que no conocen sugerirles que los borren. Cada cierto tiempo volver a revisarlo con ellos. Casi todos los casos de acoso empiezan a través de perfiles falsos o desconocidos.
Convertir Internet en tema de conversación. ¿Cómo lo usas? ¿Has tenido problemas? ¿Te haces respetar? ¿Alguien te molesta? Si los papás contamos sucesos que nos han ocurrido, se abre espacio a la confianza para que los hijos cuenten sus propias cosas, creando una comunicación de doble vía.
Tener reglas claras y mantenerlas. No hay que desanimarse. El objetivo es evitar que caigan en la adicción, o en el mal uso.
Enseñar la etiqueta en internet. Corregir a los hijos cuando vemos detalles de mala educación como dejar de poner atención a quien les habla por estar mirando su teléfono. La persona que está enfrente importa más que cualquier notificación que puedan recibir. Es parte de la etiqueta no interrumpir una conferencia o un servicio religioso con el uso del celular.
Aprender a decir que no. Los hijos siempre querrán que cedamos en las normas. “Papá, déjame conectar que es solo un minuto”. Pero si tenemos unas reglas pensadas y analizadas, no debemos estarlas cambiando. Es posible decir no a un nuevo modelo de celular, o decir no a regalar un celular antes de los 10 años, o decir no a conectarse a cualquier hora y en cualquier lugar.
REGLAS PARA USO DEL CELULAR

No durante las comidas

No en tiempos de familia

No en la noche

No durante las tareas

No mientras se conduce el coche

No para sexting, ciberacoso o violencia

[1] Estudio de Consumo de Medios entre Internautas Mexicanos, IAB México, Millward Brown y Televisa.com, 2014, 7ª edición.

[2] Online Communication Among Adolescents, Journal of Adolescent Health, Febrero 2012

[3] Manuel Villalobos, ¿Por qué tienen tanto éxito las redes sociales?, Interaxióngroup.org

[4] Commentary: Cause for alarm? Youth and internet risk research, David Finkelhor, Journal of Child Psychology and Psychiatry, 2014. http://www.unh.edu/ccrc/pdf/CV315.pdf.

[5] Pornografía. Todo material hecho con la intención de producir excitación sexual.

[6] Sexting. Término que se refiere al envío de mensajes de contenido erótico o sexual desde un dispositivo móvil. La palabra resulta de combinar en inglés sex y texting.

[7] Según la Guía de Recursos para centros educativos de Madrid, es el acoso ejercido por un adulto y se refiere a acciones realizadas deliberadamente para establecer una relación y un control emocional sobre un niño/a con el fin de preparar el terreno para el abuso sexual del menor

[8] Viene de la palabra inglesa que significa intimidación. Es una actitud agresiva, intencionada y repetida, sin motivación evidente, adoptada por uno o más estudiantes contra otro u otros según F, García Fernández y X. Bringué.

[9] Idea desarrollada por Roberto Ruiz, Eres lo que publicas.com

[10] Jóvenes y el alcohol, problema al alza. Periódico El Horizonte, Mayo 2, 2015, Monterrey, México

[11] Uno de cada tres bebés de 6 meses ya juega con el móvil, antes de hablar o andar, Infosalus.com, consultado el 28 de abril de 2015.

[12] Filtro interior: Criterio para distinguir qué contenidos convienen o no convienen y capacidad para elegir aquellos que convienen y evitar los que no convienen.

[13] Ciudadano digital es toda persona que navega por internet.

[14] Tecnologías de la Información y la comunicación (TIC) y su relación con la escuela, documento de Interaxiongroup.org

[15] David Finkelhor, Commentary: Cause for alarm? Youth and internet risk research – a commentary on Livingstone and Smith, Journal of Child Psychology and Psychiatry, 2014

[16] Algunas ideas están inspiradas en la conferencia Personalidad madura en el mundo digital de Alfredo Vela Cuéllar, Representante de Interaxion para Centroamérica

Este artículo ha sido publicado originalmente en la Revista Vanguardia Educativa en su edición de 5o aniversario, Mayo de 2015

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Fuente: protegetucorazon.com

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