La infancia es una etapa sumamente importante para el desarrollo de la persona adulta, es en ésta donde se ponen los cimientos del edificio en construcción. Por tanto los padres juegan un papel primordial y delicado. Su cariño y confianza dejan huella en la vida que empieza a resurgir. A ellos se les ha encomendado la educación de los hijos, miembros de la familia y sociedad.


La planeación de los cónyuges a cerca de la procreación debe ser cuidadosamente analizada, puesto que la vida misma tiene un orden, sentido y prioridad. Se habla de personas humanas, no se debe entender como la respuesta a un capricho o simple deseo. Debiendo Profundizar en ello, platicarlo, ver los sueños, expectativas y realidad.

Sabiendo lo que implica “la paternidad responsable”, es un ir preparando el camino del bebé, teniendo presente los aspectos: médicos, unidad familiar, formación, valores, sociedad. Es plasmar el proyecto de vida en el mejor entorno de calidez para dar la bienvenida al nuevo ser.

Ponerse a pensar en la ternurita indefensa, que requiere del apoyo de papá y mamá, para subsistir, desarrollarse. Ver esos pequeños ojos vivos que buscan recibir y dar amor. ¿En qué contexto se pretende que el niño vaya formado su personalidad? Ideal de familia, no solo lo que se desea, que se está dispuesto a dar. Es decir la congruencia del pensar y el actuar para lograr los fines de la crianza.

Sin embargo en muchas ocasiones la familia no se planea; puede ser consecuencia de decisiones no analizadas. Replantear, preparar, buscar lo mejor ante esa decisión o situación, por la que estén pasando los progenitores para dar lo mejor, es idóneo.

Es cuestionable analizar si los hijos son la prioridad, o es el entorno social el sutil influyente en demarcar la vida de los adultos. Las decisiones, comportamientos, cayendo en ideologías hedonistas (placer y bienestar), o un inconsciente egoísta, que refleja el dar lo mejor para los hijos, cuando puede proyectar cubrir las propias carencias. Lo que genere a posteriori niños tristes y solitarios. Llegando a justificar “nada te falta” y dejando un gran vacío.

¿Podrá el niño sentirse solo?, ¿Qué es la soledad en el niño? ¿Cómo entender los sentimientos del menor? De alguna forma, es ponerse en los zapatitos del menor que en sus escasos meses de nacido o añitos, empieza a experimentar un mundo lleno de cosas, al parecer acogedoras, llamativas, entretenidas, divertidas; pero carentes, huecas, frías. Un mundo que invade sus sentidos de un modo atractivo y a la vez sin sentido. Es comprender que pasa por el menor.

¿Qué es la soledad en el infante? Es un estado de ánimo y sentimiento, que depende de cómo la personita percibe su mundo, puede manifestarse en forma de tristeza o conductas inadecuadas como rebeldía, desacato, o demasiada quietud.

La soledad del niño consecuencia de una realidad actual; donde el mundo adulto se envuelve en un sinfín de ocupaciones y entretenimientos. Más aún cuando se piensa que los niños tienen mucho en que distraerse, como: compañeritos, juegos, juguetes, escuela. Aunado a ello las nuevas tecnologías: Televisión, nintendo, xbox, celulares, tabletas, computadoras, bocinas etc. Se tiende a dejar de lado, cuál es el sentir del menor. Si está en edad de hablar, se espera que lo exprese, si es un bebé, se considera como propio de su desarrollo el que duerma muchas horas. O simplemente se tiende a olvidar que el niño es un ser racional, compuesto por sentimientos y emociones.

La panorámica actual de la sociedad, que alude a un mundo globalizado, donde el tener en ocasiones se vuelve una necesidad, y no se diferencia lo necesario de lo innecesario. Las situaciones laborales de los padres en base a cubrir las necesidades de la familia, o al cumplimiento de propias expectativas, son factores influyentes en los modelos actuales de familia, que intervienen de manera directa en los niños y niñas; consecuencia de ello la soledad.

En estos casos, generalmente la educación es delegada a los profesores, buscando lo que se considera mejor, para el desarrollo óptimo del niño, añadiendo a su vez otros tipos de carácter formativo, como: clases extra, artes, desarrollo de destrezas marciales, arte, etc. Que por sí mismos son importantes, explotando las cualidades y aptitudes. Pero que detrás se puede encontrar una compensación de los padres a su ausencia.
Sumando a lo ya descrito, las horas que se dedica a los hijos, ¿Realmente son eficaces?, hay quienes opinan que el tiempo es válido y suficiente, cuando se da en un entorno de calidad, y que por el contrario el tiempo se vuelve insuficiente, aun dedicando más horas, cuando éste no es el tiempo adecuado. Sea una razón o la otra, es probable se busque justificar las ausencias.

En los días u horas de descanso de los padres, que es motivo para estar más tranquilos y en convivencia con la familia, resultan ser el desahogo del estrés laboral y la preocupación por las actividades en el entorno familiar, como la limpieza, organización, tareas escolares; incrementando el estrés. Es cuando el niño te dice: papá, mamá, ve mi personaje favorito (queriendo abrir un diálogo) y se tiende a respuestas frívolas, ignorar, o simplemente no estés molestando. Quizá después reconociendo el error se busque sanar, tendiendo a ser inoportunos o pesados.

El niño capta las sensaciones de su alrededor desde que está en gestación. Cuanto más teniendo la conciencia de existir. Percibe la presencia física de los padres y a la vez, la ausencia de los mismos. La soledad no queda en un mero sentimiento, la realidad es que tiene consecuencias.

”Alerta Papás” ante el mundo interior de los pequeños, porque se puede generar lo siguiente:
Sentimientos de ansiedad e incertidumbre. El menor ciertamente, debe poco a poco separarse de los padres, para lograr su individuación, Este proceso por sí mismo es complicado y genera confusiones en el niño. Siendo la soledad el indicador, de padres ausentes. Se relaciona con separaciones muy tempranas, es un proceso de independencia brusco, que genera ansiedad, duda, desconfianza de sí mismo y su entorno. Manifestado en reacciones hostiles, defensivas, temerosas. Los papás deberán ser oportunos, dar calidez, palabras positivas de reafirmación y seguridad. Motivando sus pequeños logros, siendo cercanos, dar muestras de afecto.

Debilidad yoíca. El cubrir las necesidades básicas del menor, la protección y estímulo influyen en el desarrollo de la personalidad, haciendo niños seguros de sí mismos. Retomando a Erick Erickson, “La confianza contra la desconfianza básica”. Que pesa más, o por el contrario debilidad de sí mismos. Que se manifiesta en el no reconocimiento de sus habilidades. Realzando juicios rígidos ante sí mismos, No puedo, soy incapaz. Problemas para identificar ideas, sentimientos. La vida es una enseñanza, donde se aprende de los errores, es en estas primeras etapas; donde la presencia de los padres es esencial, para alentar al menor en sus caídas, en sus fallos, proporcionando acompañamiento y seguridad.

• Depresión infantil. Desde la gestación, el niño percibe los estímulos de su exterior, siente la acogida, el rechazo, la indiferencia. En algunos casos por genética se lleva la predisposición a la depresión. Si se tiene presente en el ambiente en el que se desarrolla el niño, y más cuando experimenta la soledad, se generan en su interior sentimientos de tristeza que pueden tener variadas manifestaciones, desde pasividad a impulsividad.

• Baja autoestima. La estima es el amor así mismo, la aceptación combinada con seguridad, que le da fortaleza en la contrariedad. Sin embargo, se pude dar mensajes indirectos a través de la acción; percibidos por el menor como rechazo, estorbo, no me interesas. Es el lenguaje quizá no verbal, pero que se expresa y la mente del niño lo recibe. Que pude ser consecuente de conductas inapropiadas, como: necesidad de llamar la atención, actitudes de rebeldía o apaciguamiento. Ganándose el rechazo de los pares, ser estigmatizado en la escuela como niño problema.

• Pobre autoconcepto. La imagen de la persona se va forjando desde las primeras etapas de vida, Es aquí, que el rol que ejercen los padres durante las etapas de la infancia, es sumamente importante. Influyen en que el menor tenga una imagen positiva o negativa de sí mismo. Soy un niño listo o soy un niño torpe, me gusta mi físico, lo acepto o no me gusta como soy. Esta imagen va muy de la mano con lo que es la autoestima, que en un futuro influirá en su vida.

Conductas orales compensatorias. La oralidad es un concepto relacionado con la búsqueda del placer para satisfacer una necesidad. Cuando se siente hambre, se tiene necesidad de comer, se alimenta al cuerpo y se experimenta satisfacción. Igual ante los vacíos que el niño va viviendo, se genera una necesidad, y ésta a la vez que se incrementa, se vuelca en ansiedad. La soledad del infante, tarde o temprano puede buscar compensación. Y en la búsqueda de llenar esos huecos, se derivan problemáticas como: la obesidad, Bulimia, alcohol, drogas. Sobre compensar, protegiendo la ausencia de la realidad. Olvidar por un instante el sentimiento de soledad, mientras se vive algo de placer.

Prevenir la soledad
No existen los padres perfectos, pero si los padres responsables, y ante la ardua tarea que ello implica y teniendo presente las realidades sociales, aspectos culturales y laborales, se debe buscar las mejores alternativas para prevenir la soledad.
• Aceptación de los hijos, independientemente de su sexo
• Organización de labores domésticas, con participación de ambos padres
• Rolarse el cuidado de los hijos, de acuerdo a actividades laborales
• Preferentemente mientras los hijos estén en edad escolar, buscar coincidir horarios de empleo, para que estos no se queden demasiado tiempo solos
• Dejar las actividades, preocupaciones laborales y llegar a casa con una actitud de convivencia.
• No buscar compensar falta de tiempo, con cumplir caprichos de los menores
• Evitar que los niños, pasen mayor parte del tiempo con los abuelitos. Recordar que la responsabilidad es de los papás
• Aprovechar al máximo los días de asueto, para pasear o descansar en familia
• Organizar breves actividades recreativas en casa, Como: juegos de mesa o ver una película de interés del niño.
• Tener cuidado con el lenguaje tanto verbal como no verbal. No hacer sentir al niño como un estorbo, tomar unos minutos por interesarse en sus tareas, actividades y/o preocupaciones.
• No delegar por completo la educación a los maestros. Tener presente que la formación básica para toda la vida, se da en la familia.
• Respecto a los bebes de 0 a 3 años, buscar la manera de propiciar los cuidados alternándose ambos padres.

CONCLUSIÓN
La infancia es una etapa preciosa y la cual se proyectará en un futuro, por ello demanda la atención de los adultos. En la realidad actual envuelta en rapidez y actividad, es necesario darse un tiempo, ver a los menores que no son como a veces se suele ver “pequeños adultos”, es comprender los niños, que requieren de la atención, cariño, paciencia, enseñanza; para enfrentarlos a un mundo el cual es desconocido para ellos.
Es importante, estar con los hijos, darles tiempo, interesarse por sus juegos, tareas escolares y demás actividades. Formarles en sus deberes y mostrar que realmente interesan. Cabe señalar que: “los Hijos sacan a la luz lo mejor y peor de sus padres”

Lic. Emma Monjaraz Anguiano

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