Te pedimos hoy, María, por todo nuestro pueblo. Por la gente que sufre y está sin trabajo, por los que están enfermos y sin atención médica. Por los niños de la calle y los que no van a la escuela. Danos fuerzas para vivir solidarios y tender siempre una mano . No nos dejes ser indiferentes y ayúdanos a cambiar las cosas aún desde lo pequeño. Ilumina a nuestros gobernantes para que escuchen a su pueblo y trabajen por su dignidad. Que no le vuelvan la espalda a sus necesidades y no se enriquezcan con lo que es de todos. Guíanos madre hacia un futuro más justo y más fraterno. Queremos construirlo con nuestro esfuerzo, nuestra fe y nuestra esperanza. Danos fuerzas para lograrlo. ¡Que así sea, Señor!
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