Método Montessori
La pedagogía infantil es la disciplina que se encarga de investigar cuáles son los mejores métodos de enseñanza y educación infantil. María Montessori de procedencia Italiana, es quizá la que más destaca pedagoga del sigo XX, por la gran renovación que sus investigaciones supusieron para los métodos pedagógicos. Entre otras cosas, redactó algunos “mandamientos” para los padres de familia, premisas que pueden parecer sencillos, pero si te fijas bien, encierran una gran sabiduría.
Recomiendo a los padres de familia y educadores leerlos, tenerlos siempre presentes y aplicarlos en la vida cotidiana para que la relación con sus hijos sea de una mayor calidad y para que ellos crezcan y se desarrollen con salud mental y en armonía con la sociedad.
- Ten cuidado de lo que haces frente a los niños, pues aprenden de lo que les rodea.
- Si criticas mucho a un niño, él aprenderá a juzgar.
- Si elogias con regularidad al niño, él aprenderá a valorar.
- Si se le muestra hostilidad al niño, él aprenderá a pelear.
- Si se es justo con el niño, el aprenderá a ser justo.
- Si se ridiculiza al niño con frecuencia, él será una persona tímida.
- Si el niño crece sintiéndose seguro, aprenderá a confiar en los demás.
- Si se denigra al niño con frecuencia, se desarrollará en él un malsano sentimiento de culpa.
- Si las ideas del niño son aceptadas con regularidad, él aprenderá a desenvolverse con seguridad y a sentirse bien consigo mismo.
- Si se es condescendiente con el niño, él aprenderá a ser paciente.
- Si se alienta al niño en lo que hace, ganará seguridad en sí mismo y apoyará a quien le rodea.
- Si el niño vive en una atmósfera amigable y se siente necesario, aprenderá a encontrar y dar amor en el mundo.
- No hables mal de él, ni cuando está cerca, ni cuando no lo está, lo harás sentir mal y le enseñaras a hablar de los demás
- Concéntrate en el desarrollo de lo bueno del niño de tal manera que sencillamente no quede lugar para lo malo.
- Escúchale siempre y respóndele cuando él se acerque a ti con una pregunta o un comentario.
- Respétalo y no lo ridiculices aunque haya cometido un error. Lo corregirá ahora o quizá un poco más adelante.
- Observa y muéstrate disponible para ayudar si el niño busca algo, pero también está dispuesto a pasar desapercibido si él mismo ya ha encontrado lo que buscaba.
- Ayúdalo a asimilar lo que antes no había podido asimilar. Haz eso llenando el mundo que lo rodea de cuidado, discreción, oportuno silencio y amor.
- Cuando te dirijas a él, hazlo siempre de la mejor manera. Dale lo mejor que hay en ti.
Redacción: MUJER FUERTE
