Querido Dios, Papá de todos, enseñanos a vivir como hermanos. Sin peleas ni discordias. Sin divisiones ni diferencias. Ayudame a ver en cada persona el rostro de Jesús. Que sea capaz de amar sin fijarme en el color de la piel, la escuela donde uno va, el barrio donde uno vive, la cara que uno tiene, o los amigos con los que se junta. Que aprenda a amar a todos los que me rodean porque todos somos hermanos hijos del mismo Tata Dios. Amén
Comparte: