«¡Oh pobreza bienaventurada que da riquezas eternas a quienes la aman y abrazan!»

 «¡Oh pobreza santa, por la cual, a quienes la poseen y desean, Dios les promete el Reino de los Cielos y la vida bienaventurada!»

 «¡Oh piadosa pobreza a la que se digno abrazar con predilección el Señor Jesucristo, el que gobernaba y gobierna cielo y tierra y, lo que es más, lo dijo y todo fue hecho!»

 «En la medida en que se ama algo temporal, se pierde el fruto de la caridad.»

 «Ten cautela, hermana mía muy amada, en no dejarte abatir por la adversidad ni envanecer por la prosperidad.»

 «Él derramará sobre ti sus bendiciones y será tu defensor, tu consolador, tu redentor y tu recompensa en la eternidad.»

 «Es propio de la fe hacernos humildes en los sucesos felices e impasibles en los reveses.»

 

Comparte:

About Author