Conforme la sociedad pierde el respeto por la persona humana, incluso en los primeros momentos de la vida, el siguiente paso lógico es devaluar a los que se acercan al final de su vida y acabar en eutanasia.
La esperanza de vida ha aumentado significativamente en las últimas décadas y las personas viven ahora más tiempo que hace 50 años. El promedio de la esperanza de vida en EE UU es de casi 79 años, casi el doble que el del año 1900. Sin embargo, a pesar del número de personas mayores en nuestra sociedad, la falta de respeto y cuidado a los ancianos se ha convertido en un problema creciente.
A medida que nuestra sociedad adopta el modo de pensar materialista del “usar y tirar”, se observa una disminución en la tasa de natalidad, así como un mayor envejecimiento de la población. Conforme la sociedad pierde el respeto por la persona humana, incluso en los primeros momentos de la vida, el siguiente paso lógico es devaluar a los que se acercan al final de su vida. Es una epidemia cultural que observamos repetidamente.
Si sólo valoramos al ser humano atendiendo a su funcionalidad o contribución social, ¿cómo podemos ver a los jóvenes, a los ancianos o a los enfermos como algo distinto a una carga social o familiar? En Japón, muchas personas mayores se suicidan con el fin de evitar convertirse en una carga para sus familias o no estar solos.
Esta cultura del usar y tirar nos dice que el suicidio asistido es la única respuesta para el dolor y el sufrimiento
Las familias optan por “cuidar” a los miembros ancianos o con discapacidad a través de la eutanasia y el suicidio asistido por un médico, aparentemente para acabar con su desgracia. Esta cultura del usar y tirar nos dice que el suicidio asistido es la única respuesta para el dolor y el sufrimiento. Pero como los provida, todos sabemos muy bien que la muerte no es un cuidado compasivo.
En una cultura de la vida, ninguna persona se considera una carga, no importa el mucho cuidado y atención que precisen. Las personas mayores son algunos de los miembros más sabios de nuestra sociedad, que merecen ser tratados con honor y respeto. A medida que las personas mayores van acercándose al final su vida, resultan bendecidas con la oportunidad de compartir su sabiduría y de enseñar a las generaciones más jóvenes que cada momento es un regalo de un Creador amoroso y la oportunidad de elegir amar a quienes nos rodean.
En el verano de 2016, el Programa de Estudios sobre Cultura de la Vida lanzará nuestra segunda unidad de estudio de la serie La Cartilla de la Vida para alumnos de infantil a tercer grado. El capítulo Todas las Formas y Tamaños subraya el regalo que son todas las personas, especialmente las que parecen diferentes, ya sea por sus discapacidades, tener Síndrome de Down, o por su vejez.
Los abuelos o los tíos ancianos son un regalo para sus familias, ya que son capaces de dedicar el tiempo a enseñar a las generaciones más jóvenes las cosas básicas de la vida. Todas las Formas y Tamaños utiliza dos libros ilustrados por el reputado artista y escritor Tomie de Paola para mostrar a los estudiantes cómo tratar a sus familiares de más edad con amor y respeto, sin importar la cantidad de atención que precisen. No importa cuál es su contribución a la sociedad, todas las personas mayores merecen ser valoradas y tratadas con respeto.
¿Cómo podemos valorar los ancianos?
Muchos ciudadanos mayores se sienten solos tras haber sobrevivido a sus cónyuges y a muchos de sus amigos. A menudo, los miembros de la familia viven lejos o no les visitan con frecuencia. A veces se les deja solos y no tienen a nadie que se preocupe por ellos lo suficiente como para hacer una visita. Tómese unos minutos a la semana para visitar a algunos de sus vecinos ancianos, para hacerles saber que se preocupa por ellos.
A menudo, a las personas mayores les resulta difícil vivir en un asilo, donde son fácilmente olvidados por sus familias y amigos. Planifique un viaje a una residencia de ancianos local, con su familia o con estudiantes. Los niños más pequeños pueden decorar tarjetas sencillas para los residentes, como una manera de hacerles saber que no se les ha olvidado. Una simple visita de cinco minutos puede marcar la diferencia para una persona que no tiene a nadie que consuele su sufrimiento y aislamiento.
El verano de 2016, ¡busque Todas las Formas y Tamaños, la unidad del programa de Estudios de la Cultura de la Vida sobre el regalo que entraña cada ser humano! Visite nuestra página web para ver las actualizaciones de otros proyectos que tenemos en desarrollo.
Obtenga más información sobre la eutanasia y el cuidado de los ancianos en La Cultura de la Vida, dentro del programa Eutanasia: una introducción, que enseña a los alumnos de Secundaria la doctrina de la Iglesia sobre los cuidados al final de la vida útil y cómo podemos respetar a todos los seres humanos, desde la creación hasta la muerte. Visita all.org/store para obtener su copia.
* Publicado originalmente en All.com por Laura Kizior. Traducción de Cristina Castro.
Fuente: ACTUALL