Con un aire de tristeza Nuestra Señora de Fátima dijo sus últimas palabras de las apariciones: que no ofendan más a Dios que ya está muy ofendido.
En la primera aparición, que tiene lugar en Portugal, la Virgen de Fátima dialoga con tres pastorcitos llamados Lucía, Jacinta y Francisco, pidiéndoles que recen el 13 de cada mes al medio día y en octubre les dirá quién es y que desea de ellos, también les pregunta si están prontos para aceptar con generosidad los sufrimientos que Dios permita les lleguen lo que ellos aceptan con generosidad. Ella les dice que así será y que Dios les fortalecerá y asistirá.
Segunda aparición 13 de junio de 1917
La Virgen de Fátima les dice que es necesario que recen el rosario y aprendan a leer. También les anuncia que se llevará primero a Jacinta y a Francisco, pero su Corazón Inmaculado será el refugio de Lucía y le guiará al cielo.
Tercera aparición 13 de julio de 1917
Hay 4000 personas, Nuestra Señora de Fátima les dice que es necesario rezar el rosario para que termine la guerra, les invita a pedir por la conversión de los pecadores y les anticipa una visión del infierno. Y añadió Nuestra Señora: Cuando recen el Rosario, después de cada misterio digan: «Oh Jesús, perdónanos nuestros pecados, líbranos del fuego del infierno y lleva al cielo a todas las almas, especialmente a las más necesitadas de tu misericordia».
Cuarta aparición: Agosto 1917.
«Recen, recen mucho y hagan sacrificios por los pecadores. Tienen que recordar que muchas almas se condenan porque no hay quién rece y haga sacrificios por ellas». Desde esta aparición los tres niños se dedicaron a ofrecer todos los sacrificios posibles por la conversión de los pecadores y a rezar con más fervor el Rosario.
Quinto aparición: 13 de Septiembre 1917
Hay cerca de 12,000 personas. Nuestra Señora les recomienda a los niños que sigan rezando el Rosario y anuncia el fin de la guerra. Lucía le pide por varios enfermos. La Virgen de Fátima le responde que algunos sí curarán, pero que otros no, porque Dios no se confía de ellos, y porque para la santificación de algunas personas es más conveniente la enfermedad que la buena salud. E invita a todos a presenciar un gran milagro el próximo 13 de octubre.
Sexta y última aparición. 13 de octubre de 1917
Hay 70,000 personas. La aparición dice a los tres niños: «Yo soy la Virgen del Rosario. Deseo que en este sitio me construyan un templo y que recen todos los días el Santo Rosario».
Lucía les dice los nombres de bastantes personas que quieren conseguir salud y otros favores muy importantes. Nuestra Señora le responde que algunos de esos favores serán concedidos y otros serán reemplazados por favores mejores. Y añade: «Pero es muy importante que se enmienden y que pidan perdón por sus pecados».
Y con un aire de tristeza la Sma. Virgen dijo sus últimas palabras de las apariciones: que no ofendan más a Dios que ya está muy ofendido. Después presenciaron un espectáculo maravilloso de ver danzar el sol. Este fenómeno natural se repitió tres veces y duró diez minutos.
Luego el sol volvió a su sitio y los miles de peregrinos que tenían sus ropas totalmente empapadas por tanta lluvia, quedaron con sus vestidos instantáneamente secos. Y aquel día se produjeron maravillosos milagros de sanaciones y conversiones.